Mantas y radiadores escondidos para combatir el frío en el campus de Lugo: «No se puede estudiar en una biblioteca a 15 grados»

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

El termómetro de una de las bibliotecas del campus de Lugo, marcando 15 grados de temperatura.
El termómetro de una de las bibliotecas del campus de Lugo, marcando 15 grados de temperatura. cedida

La iniciativa del ahorro energético de la USC provoca quejas entre estudiantes y funcionarios, que piden optimizar el uso de la calefacción, mientras tiran de picaresca

10 nov 2022 . Actualizado a las 20:36 h.

En Lugo, hace frío. Hasta aquí, ninguna novedad. En la ciudad de la muralla romana mejor conservada del mundo, la meteorología nunca ha sido amable. Lo que sí resulta controvertido es que no se haga nada para remediarlo. En los edificios que la Universidad de Santiago de Compostela (USC) tiene en el campus de Lugo, estudiar se ha vuelto un desafío. No por nada estrictamente relacionado con el ámbito académico, sino con el frío.

En varios de los inmuebles que la USC gestiona en la ciudad, la calefacción se echa de menos. Estudiantes y funcionarios reclaman desde hace días que se ponga remedio a las bajas temperaturas que ya afectan a Lugo, pero el plan de ahorro energético de la USC parece no ir por ese camino. 

La calefacción, por ejemplo, empezó a funcionar hace apenas una semana. Esto, no obstante, no soluciona el problema, ya que solamente carbura durante dos horas y media cada día, de 7.30 horas a 10.00 horas. «É un horario inútil, xa que a esas horas case ninguén está nos edificios como a biblioteca Intercentros, que é onde se xuntan máis estudantes», comenta un funcionario de ese edificio.  

Las quejas llegan desde todos los frentes. Los empleados de la USC, afirman que las medidas no son funcionales, ya que, cuando más alumnos hay en las bibliotecas, por ejemplo, es a última hora de la tarde. «Desde primera hora de la mañana, no se vuelven a activar las estufas. A las 12.00 horas, además, tenemos que airear, así que el poco calor que se había acumulado ya se pierde. Desde entonces, hasta el cierre, hace mucho frío», concluye una de las trabajadoras. Un reciente Real Decreto del Gobierno de España, además, limita la temperatura de la calefacción en interiores a 19 grados.

Esta semana, la biblioteca Intercentros, cada día más llena de estudiantes conforme se acerca la época de exámenes, ha registrado temperaturas de menos de 15 grados incluso de día. Estas bajas temperaturas, en un lugar en el que los estudiantes pasan horas sentados en salas de gran tamaño, hace que el frío penetre en los huesos rápidamente. «Con este frío es casi imposible rendir a la hora de estudiar, no te concentras», comentan un par de estudiantes a la salida de la biblioteca. Esta situación ha provocado, eso sí, que sean muchos los que hayan tirado de ingenio. 

Los jóvenes que acuden a la biblioteca de Intercentros han sacado sus abrigos del armario esta semana para ataviarse con bufandas, abrigos y hasta mantas de invierno para protegerse del frío. No son pocos los que han recurrido a llenarse de capas para acudir a la biblioteca. En el caso de los empleados de algunos edificios de la USC en Lugo, la picaresca ha llegado hasta la colocación de estufas portátiles en las oficinas para calentarse durante las horas más frías del día, aunque el uso de estos dispositivos parece que no agrada nada a la gerencia de la universidad, enfocada en llevar a cabo su plan de ahorro energético.

Las medidas tomadas por el nuevo gerente, Xavier Ferreira, van más allá de restringir el uso de la calefacción a las primeras horas de la mañana. Los empleados del campus, desde hace unas semanas, anotan y notifican a la gerencia la presencia de otros trabajadores en algunos edificios de la USC a partir de las 16.00 horas. Esta orden está justificada con el intento de reducir el gasto en las oficinas, tratando de no usar luz y calefacción en lugares en los que solamente están trabajando un puñado de empleados por las tardes. Por ello, parece que se les está instando a teletrabajar en ese horario y solo acudir a la oficina por la mañana, con el fin de optimizar el uso energético.

Fue en una entrevista en La Voz donde Xavier Ferreira avanzó por primera vez que uno de sus cuatro principales desafíos como nuevo gerente de la USC era construir un plan de ahorro energético, «desde o servizo de limpeza ata na electricidade».

«Si seguimos con este frío, yo no voy a poder dar clase»

Este plan, presentado el pasado mes de septiembre, ya preveía cerrar todos los edificios administrativos en horario de tarde. Por ello, parece que pretenden mantener el control de quién acude en esas horas a trabajar de forma presencial. La USC, en su plan, incidía también en que controlarían la temperatura y humedad, así como el uso de aparatos de climatización y la retirada de aparatos de calefacción portátiles. En este sentido, acordaron instalar en todos los edificios que permitan contabilizar el consumo de energía.

Tanto estudiantes como empleados de la universidad piden ya una ampliación de los horarios de funcionamiento de la calefacción en los edificios de la USC. Varios trabajadores afirman haber recibido decenas de quejas por parte de alumnos y alumnas, «e nós lles recomendamos que poñan unha queixa formal a través da web da universidade, para que o vexan en Santiago», explican dos empleadas. Algún profesor incluso ha comentado en pleno aula que «si seguimos con este frío, yo no voy a poder dar clase».

Xavier Ferreira explicó este jueves a La Voz que solamente han recibido una queja formal en la gerencia de la USC por el frío. Incide, además, en que su intención es mantener las estancias a una temperatura de 18 grados, cercana a la máxima que fija el Gobierno, aunque reconoce que «es poco». El plan de ahorro energético seguirá adelante, según el gerente, y no se esperan cambios próximamente. Hizo referencia también a que no se vigila qué empleados utilizan las instalaciones en horario de tarde, y que todo lo que hacen está justificado por las directrices de la universidad y del Gobierno.

Se han colgado carteles en el campus de Lugo pidiendo la dimisión del gerente de la USC, Xavier Ferreira.
Se han colgado carteles en el campus de Lugo pidiendo la dimisión del gerente de la USC, Xavier Ferreira.

Las medidas tomadas por la gerencia de la USC han levantado una polvareda entre los empleados de la universidad en Santiago. Alrededor de medio centenar de personas participaron este martes en la concentración convocada por la Central Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF) delante del pazo de Fonseca para expresar su rechazo contra el plan. Entre los motivos de esta reivindicación, el sindicato rechaza la supuesta medida que dicen que el gerente les ha trasladado a los empleados: usar sus días de asuntos propios en Navidades para vaciar los edificios administrativos y gastar menos en energía. «Negámonos a que as familias dos traballadores asuman a factura enerxética da USC» y destacaron que «o acceso ao teletraballo é un dereito dos traballadores non unha ferramenta patronal para prexudicar ao Persoal de Administración e Servizos (PAS)». Esto, en Lugo, por el momento, no parece que haya ocurrido. Desde el sindicato exigen al rector «o cesamento ou dimisión do xerente da USC, Xavier Ferreira».

Desde la gerencia de la USC destacaron que la reivindicación responde más a una estrategia sindical de cara a las próximas elecciones que a un problema real de los trabajadores. Ferreira dejó claro que el plan de ahorro es completamente necesario y que «tíñamolo que ter feito fai moito tempo».