Asegura que el presidente ha incumplido su deber de tomar decisiones para proteger el bien común
21 abr 2016 . Actualizado a las 10:25 h.Rodríguez Patiño, cura de Labrada (Guitiriz) y de Momán (Xermade) así como de otras parroquias de los municipios coruñeses de Aranga y de Monfero, suele exponer puntos de vista que se alejan de los de la jerarquía o que asombran por su contundencia. Contundente es su petición de que el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, sea excomulgado, lanzada anteayer, aunque él cita el Evangelio y el catecismo para recalcar su postura.
-¿Por qué debe ser excomulgado Mariano Rajoy?
-La situación que estamos viendo es penosa: todos los días, todos los días, gente sufriendo... A lo mejor, para el católico que vota a Rajoy, la excomunión pesa. Son cristianos, y tienen que darse cuenta de que hay gente sufriendo. La defensa del bien común exige tomar decisiones, y él no lo hizo. No hay derecho a ver todos los días esas agresiones a la sociedad civil: Bárcenas, Rato...
-¿Ha vulnerado Mariano Rajoy los derechos humanos?
-Claro, claro. Él hizo eso, y esos derechos son la base de la conciencia pública. Hay derechos inalienables en las personas; no están subordinados, no son concesiones del Estado. Yo, basándome en el catecismo de la Iglesia Católica, digo que el quinto mandamiento [de la ley de Dios] es ?no matarás?. ¿Cómo se están comportando en esta situación? Se comporta como Caín cuando mató a Abel, y la gente, sufriendo con las preferentes, con los bancos...
-Pide que Mariano Rajoy, como católico, sea excomulgado. ¿Es un aviso a sus votantes?
-A la gente que lo vota, sí, porque es católica, apostólica y romana. Los obispos están callados; el Papa está tirando de la Iglesia, pero él solo no puede. Los obispos tienen miedo a perder sus privilegios.
-¿No se deben de separar algunas esferas en la actividad pública y dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César?
-No, no, no. La Iglesia tiene que posicionarse, tiene que tomar postura por el Evangelio. El Evangelio obliga a tomar partido por la persona humana, no es neutral.
-Entonces, ¿no es la Iglesia de todos y para todos?
-Es de todos. Pero tiene que tomar posición, y es de los pobres de manera preferente: ya lo hizo Jesucristo. La Sagrada Congregación de la Doctrina de la Fe dice que el error de juicio en el que se puede haber caído, incluso de buena fe, no cambia la naturaleza del acto homicida. Si eso es así, en casos como el de [José Manuel] Soria, más.
-¿Cree, pues, que la conducta de Mariano Rajoy es criminal y merecedora de la excomunión?
-Yo creo que sí; creo que es moralmente criminal. Recuerdo lo que dice san Mateo, capítulo 18.6 [«Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar»] y también capítulo 7.15 [«Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces»]. El domingo pasado les hablé a los feligreses de cuál es el buen pastor, que es el que ve llegar el lobo y no escapa sino que defiende su rebaño. Ves cosas como la reforma laboral, esos salarios de miseria... Si ya lo dijo el papa Pío XII, en 1941, en una alocución radiofónica: el que crea condiciones sociales que hacen prácticamente imposible una conducta cristiana, es culpable.
-¿Ha recibido alguna llamada de amonestación?
-No. Ojalá me llamase algún obispo [el nuevo de Mondoñedo-Ferrol tomará posesión el día 7], porque le diría que no conoce el catecismo de la Iglesia Católica.
luis rodríguez patiño sacerdote que pide la excomunión del jefe del gobierno
«Los obispos están callados; el Papa tira de la Iglesia, y los obispos temen perder privilegios»
«La Iglesia tiene que posicionarse. El Evangelio obliga a tomar partido por la persona»
Una decisión en manos de prelados o del Papa
La excomunión impide a un católico recibir los sacramentos, y puede ser levantada por un obispo, por sacerdotes que tengan autorizado de un prelado o por el Papa. Rodríguez Patiño no oculta que sus puntos de vista no están siempre en sintonía con los de la jerarquía o con los de otros sacerdotes; pero recalca su admiración por el actual Papa, del que dice que «está poniendo el Evangelio por encima de todo», aunque admite que «no se puede cambiar la historia en dos días».