Una lucense presenta numerosos escritos en los que denuncia dos años de espera para una cita en el HULA

LA VOZ LUGO

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Imagen exterior del Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA)
Imagen exterior del Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA) ALBERTO LÓPEZ

Explica que ha mandado numerosos escritos al Valedor do Pobo y al Defensor del Paciente, así como a la Consellería de Sanidade

08 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

María Amparo Viña es una vecina de Palas de Rei que denuncia el retraso en las citas médicas en el Hospital Universitario Lucus de Lugo (HULA). Actualmente, esta lucense tiene una cita en Traumatología confirmada para el 11 de mayo del año 2023.

La lucense explica que ha mandado numerosos escritos al Valedor do Pobo y al Defensor del Paciente, así como a la Consellería de Sanidade. A sus 64 años, explica que se siente «maltratada» por el sistema de salud y asegura que tiene «miedo» ante el trato recibido desde hace años en el HULA.

En las denuncias, la afectada relata episodios que califica de «desagradables» vinculados al Hospital de Lugo. Cuenta que el pasado cinco de diciembre acudió a Urgencias porque se rompió el tendón de un dedo. «La doctora que me atendió me dijo que tenía que llamar al traumatólogo de guardia, pero que no podía y que pidiese cita para la consulta. Estuve llamando cuatro días para conseguirla, me pusieron una especie de dedal, se me formó una úlcera y el dedo me quedó mal. Ahora quieren operarlo, pero yo he puesto una reclamación porque quiero el nombre del médico, pero no hay manera de que me lo den».

Dos años para operarse

Otro de los episodios que describe en los escritos María Amparo está también relacionado con las listas de espera del Sergas en Lugo: «Llevaba esperando desde el año 2019 para operarme de la cadera. El pasado 11 de enero me hicieron el preoperatorio, el 13 fue al anestesista, que me dijo que dos días antes de la operación dejase de tomar la medicación. El 25 de junio me llamaron para que fuera a la consulta y el 25, el médico me dijo que me operaban el día ocho de julio. Dos días antes, todavía no me habían llamado, pero yo ya no tomé la medicación, siguiendo las recomendaciones médicas. Fui en taxi a la dirección del hospital, y me dijeron que no me operarían tras inventarse algunas excusas. Me llamaron para entrar en quirófano el día 14, pero yo me negué porque las pruebas estaban hechas desde hacía más de seis meses», relata esta mujer.