Decisión difícilmente justificable, aunque asertiva

Millán Gómez LUGO

LUGO

LOF

La no continuidad de Diego Epifanio supone dudas y un frenazo tras el éxito

07 jul 2021 . Actualizado a las 11:21 h.

Diego Epifanio llegó al Breogán después del descenso de los lucenses. Venía de subir a ACB (eliminando al Breo en semifinales) y dos permanencias en ACB con Burgos clasificando al equipo para Europa en la segunda temporada. Un entrenador claramente ACB arribaba a un equipo recién descendido a LEB. Por tanto, un movimiento muy positivo para el Breo.

Su primera temporada en Lugo fue inconclusa por la pandemia y por la sinrazón de no terminarla. En ella, faltó claramente un “cinco” y el equipo sufrió demasiado fuera de casa. En el Pazo, en cambio, ganó por 24 y 23 puntos en los dos últimos partidos a Valladolid y Granada, respectivamente. Daba la sensación de ser un equipo en evolución positiva y más con incorporaciones notables como Marshawn Powell y Elijah Brown.

La pasada campaña consiguió el éxito. Un hito histórico, pues fue el ascenso más difícil, al solo haber una plaza. Con el efecto Pazo y con una memorable actuación en Granada. Durante tres cuartas partes de la temporada, el Breogán fue claramente el mejor. Bajó enteros en el tramo final con cinco derrotas consecutivas fuera, tres de ellas en playoff. Sí era relativamente comprensible el bajón en el final de la liga regular, pues el ascenso se jugaba desde el primer partido de cuartos y no antes. Es difícil competir en ese contexto. Pero en playoff no se mejoró a domicilio, salvo el último día.

Pero Diego Epifanio fue líder la práctica totalidad de la liga regular, ganó la Copa y ascendió. Es muy difícil justificar su cese. Y más porque crea dudas, un vacío después de un éxito. Las dudas que podía haber en el tramo final de temporada se disipaban muy mayoritariamente en cada partido ante el Pazo. Ante un Pazo de 1500 aficionados y no lleno, lo cual todavía tiene más mérito. Era evidente que se había ganado la oportunidad de volver a ACB. Él, que con apenas 43 años recién cumplidos, ya tiene dos temporadas de experiencia en ACB. Por tanto, experiencia y conocimientos recientes sí los tiene.

La decisión es asertiva y valiente. En el sentido de que lo más sencillo es dar continuidad, aprovechar la ola positiva y la euforia de aquel domingo en Granada. Sin compartir su cese, sí es de valorar ser capaz de decidir por encima de resultados concretos.

Ahora se abre un período de dudas, de vacío. Una ruptura en el consenso de una afición que, después de lo mucho sufrido, también saborea mejor que nadie el éxito. Y ahora se ha detenido la celebración, una interrupción en el optimismo y la vitalidad. Parece una “breoganada” más, una derrota a ti mismo cuando tienes el viento a favor. Construir desde la victoria es más sencillo. Las dinámicas mandan. Ahora, el club la ha cortado.

Y se marcha un tipo honrado, cercano, educado y con sentido del humor. Una bellísima persona.

Gracias, Diego, por hacernos tan felices.