Estados Unidos. 2021 . John Krasinski. Emily Blunt, Cillian Murphy . No hago ningún «spoiler» si les digo que habrá tercera parte porque ya se pueden imaginar que cuando se hace una segunda parte de una película de tanto éxito es imposible que la tercera no esté al caer.
La primera entrega de «Un lugar tranquilo» supuso una grata sorpresa por la frescura de la propuesta de Krasinski, demostrando que en el cine de terror e invasiones nunca está todo contado. ¿Era necesaria una segunda parte? Este es un buen ejemplo de que al menos no molesta aunque a la vez poco más aporta.
La segunda entrega no consigue el mismo efecto de la primera y se limita a hacer con buen oficio un seguimiento de las vicisitudes de una familia luchando contra unos alienígenas finos de oído pero ciegos y nulos frente al agua.
Mantiene las virtudes de la primera parte, consiguiendo que el espectador se quede plantado en la butaca y sin apenas respiro, pero a la vez muestra situaciones forzadas que alargan metraje y diseña cambios de guion que no están justificados, salvo para crear esas escenas de pánico.
Destaca un prólogo soberbio, que pone al espectador en contexto sin necesidad de haber visto la primera parte. Y cuando se detiene y permite analizar conceptos como supervivencia, solidaridad, fin de la humanidad... triunfa. Y cuando se entrega al efectismo más facilón naufraga en cuanto a relato, pero sale airosa como espectáculo y diversión. Y esto no es poco.
Cines Cristal y Yelmo