«Deseando amar»: El pasado no se puede tocar

Suso Varela Pérez
suso varela CRÍTICA DE CINE

LUGO

Cartel de la película Deseando amar, que se reestrenó en los cines de Lugo
Cartel de la película Deseando amar, que se reestrenó en los cines de Lugo

La obra maestra de de Wong Kar-Wai se reestrenó en los cines de Lugo

20 feb 2021 . Actualizado a las 18:15 h.

Hong Kong. 2000. Wong Kar-Wai.Tony Leung, Maggie Cheung . El título de esta crítica no se refiere a la imposibilidad de recuperar películas, como están haciendo las distribuidoras desde que comenzó la pandemia, si no a una frase de la parte final de «Deseando amar», que para quien esto escribe es una de las mejores obras que ha dado el cine en el siglo XXI (compite con «Mulholland drive», de David Lynch; y «Boyhood», de Richard Linklater. 

Volver a revisitar en el cine este clásico de solo veinte años significa precisamente lo que define la citada frase al completo: «El pasado es algo que se puede ver, pero no tocar». Y efectivamente el recuerdo de un intenso amor (aunque en esta película es el no amor) siempre estará en nuestra memoria personal, pero nunca podremos volver a tocarlo.

Esa parte física está desplegada a lo largo del metraje, donde los personajes tocan todo tipo de mobiliario, se tocan, se rozan por el espacio reducido, se mojan bajo la lluvia o comen en numerosos secuencias, transmitiendo fisicidad y, a la vez sensualidad.

Wong Kar-Wai, como los grandes maestros a los que se referencia en esta película -Antonioni y «La aventura»; Godard y «El desprecio»; o David Lean y «Breve encuentro»- detiene el espacio y el tiempo, lo llega a congelar, para acompañar a esta pareja protagonista, vulnerables y atrapados en un amor imposible, y todo impregnado de una melancolía (la banda sonora, impagable) que enganchó al espectador del año 2000, al del 2021 y al del futuro. «Deseando amar» es imperecedera.