El municipio podrá aspirar a mejoras sociales y económicas con el cambio de escalón
26 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El Concello de Lugo cerrará el 2020, el año de la pandemia, a un paso de entrar a formar parte del club de municipios con 100.000 habitantes. El último dato arrojado por el censo habla de 98.606 empadronados en el concello, por lo que a día de hoy faltan 1.394 para cambiar de escalón poblacional.
Antes de la irrupción de la pandemia, uno de los retos que se marcaba el gobierno de Lara Méndez era rebasar esa frontera de los 100.000 vecinos. No tanto por el simbolismo de la cifra, que también, sino por las contrapartidas que el salto llevará emparejadas, y que se resumen básicamente en la posibilidad de optar a más fondos y a mejoras sociales.
En cuanto Lugo rebase los 100.000 empadronados podrá aspirar a ingresar más dinero del Estado, pero aventurar cuánto es muy difícil. Mientras en los ayuntamientos pequeños subir habitantes es sinónimo de aumento directo de los fondos, en la ciudad amurallada, al tratarse de capital de provincia, entran en juego otros factores, y la fórmula para calcular la financiación se complica. Se asemeja más a la de una autonomía, donde no solo influye el número de vecinos.
Lugo, que desde hace años está atrayendo partidas importantes procedentes de la Unión Europea para iniciativas medioambientales y de desarrollo, podrá aspirar a cuantías más elevadas cuando tenga más de 100.000 habitantes, ya que hay líneas que establecen la población como criterio para optar a ellas, y otras cuyas cuantías están directamente relacionadas con los ratios de población. Un ejemplo de esto es que cuando Lugo logró los 12,5 millones de euros para la estrategia Dusi Muramiñae, si hubiese tenido más vecinos, habría logrado tres millones de euros más.
Otro de los cambios que traerá rebasar los 100.00 lucenses empadronados, será la posibilidad de acceder a un juzgado de familia, ya que esta cuestión también va ligada al censo poblacional. Teniendo en cuenta la carga de trabajo de los juzgados, disponer de más recursos supondrá una mejora clara para la ciudadanía.
A nivel práctico, alcanzar los 100.000 habitantes también cambiará el escenario de la corporación lucense. En la actualidad son 25 los concejales que representan a los vecinos, pero en cuanto el Concello supere la cifra redonda, se incrementará en otros dos ediles el pleno del Ayuntamiento.
Atraer inversores
En un momento como el actual, que toca impulsar una reconstrucción económica y social tras la tsunami del coronavirus, tener una buena carta de presentación como concello es importante. Aunque pueda parecer secundario, a la hora de captar inversores mostrarse como un concello con más de 100.000 habitantes también puede ayudar, ya que trasladará una imagen de crecimiento. Pero la cifra no hace magia por sí sola, por lo que es necesario impulsar otras iniciativas. En el caso del Concello de Lugo, la más relevante es la estrategia Lugo Transforma, un plan ambicioso donde los haya.
El Concello destinará 12 millones de euros a dotar un fondo de capital riesgo a través del que entrará a formar parte temporalmente del accionariado de las empresas y los proyectos emprendedores que lo soliciten y que se presenten como atractivos a la hora de generar riqueza y bienestar en el municipio. Estos proyectos deberán estar en consonancia con la filosofía sostenible y verde que Lugo promulga. En las próximas semanas será cuando el gobierno de Lara Méndez desvele la letra pequeña de la estrategia.
El censo municipal subió 330 vecinos en el año de la pandemia del coronavirus
A principios de enero, apenas tres meses antes de que la pandemia del coronavirus entrase en nuestras vidas, el censo del Concello de Lugo reflejaba 98.276 vecinos y el gobierno de Lara Méndez hablaba de rebasar los 100.000 a lo largo de este mandato. Hoy, casi un año después, en la lista de empadronados hay 330 personas más.
El incremento parece humilde teniendo en cuenta que el covid ha generado una gran crisis socioeconómica que ha obligado a muchas personas a recurrir a los servicios sociales. Para acceder a buena parte de las ayudas uno de los criterios suele ser contar con el certificado de empadronamiento, por lo que la lógica invita a pensar que más personas tramitaron el documento. Quizás la otra clave resida en que la propia crisis también haya empujado a muchos ciudadanos a regresar a sus lugares de origen.
