«No permitiremos de ninguna manera que se paren las cubas de Alcoa»

m. s. corral VIVEIRO / LA VOZ

LUGO

PEPA LOSADA

«Gobierno y Xunta están de acuerdo en impedirlo», dice el presidente del comité

29 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«No vamos a permitir de ninguna manera que Alcoa pare las cubas en electrolisis, en la planta de aluminio. El Gobierno y la Xunta están de acuerdo en eso, al menos eso nos han transmitido, en impedir que se apaguen las cubas. Sería desastroso, la muerte definitiva», manifestaba ayer el presidente del comité de empresa, José A. Zan.

A primera hora de la mañana de ayer se sabía que el Gobierno, a través de la SEPI, había ofrecido comprar la fábrica de aluminio para luego vendérsela a Liberty House y Alcoa rechazó esta propuesta.

«A Mariña no puede volver ahora a los años 70. El Secretario General de Industria dijo que no se pararían las cubas y hasta ahí vamos a ir; hasta el final. Apoyamos hasta la muerte a los dos ministerios y a la Xunta. No se van a apagar las cubas, es un ataque directo de esta multinacional al Estado de derecho de este país y no lo vamos a permitir», añadía J. Zan, de CC.OO.

«Parece mentira que dos ministerios y la propia Xunta no sean capaces de obligar a que esta fábrica tenga continuidad; la multinacional no puede poner de rodillas a dos administraciones», apuntaba.

«La solución es sencilla, intervenir la fábrica por parte del Gobierno, así de claro; que se dé un plazo a la empresa para negociar la compra de verdad o una salida o se interviene, aunque sea de manera temporal, pero se interviene», repetía José A. Zan, insistiendo en lo que el comité viene manteniendo en los últimos días, demandando la intervención de la fábrica por parte del Estado. El BNG va más allá y propone la nacionalización.

«Alcoa actuó de mala fe, no reconocemos la negociación; nunca tuvo voluntad de vender», señalaban también desde UGT-FICA Galicia.

«Es una industria estratégica, esencial; pues si es así, la solución, insistimos, es tan sencilla como intervenir la fábrica».

Esperanza

Están los papeles al revés; la empresa intentando cerrar la fábrica y los trabajadores impidiéndolo, defendiendo la planta y los puestos de trabajo. Pelearán hasta el final para que las cubas no se apaguen. Van a intentar por todos los medios a su alcance, que no mueran. Entienden que sería definitivo. Al margen de lo que se negocie, si ERTE, si ERE, tratarán de dilatar ese proceso gritando al Gobierno para que intervenga y presione. Es su última esperanza.

Mucha tensión y el Pazo de Cea blindado por la seguridad y la Guardia Civil

El Pazo de Cea, en Nigrán, antiguo pazo residencial y hoy reconvertido en establecimiento hostelero de categoría, donde se celebran bodas y eventos, ha sido el lugar elegido por Alcoa para citar a los sindicatos y negociar si ERTE o ERE.

A más de 250 kilómetros de A Mariña, a más de 3 horas en coche, un terreno «neutral» para evitar protestas y manifestaciones. Aun así grupos de trabajadores se trasladaron ayer a primera hora de la tarde hasta el pazo, un lugar blindado por la seguridad de Alcoa y la Guardia Civil.

Advertía José A. Zan desde media mañana que «la reunión va a ir para largo» y pedía el apoyo de los trabajadores que pudieran trasladarse hasta Nigrán.

«No es si ERTE o ERE, eso puede ser lo más inminente, lo importante es impedir que Alcoa pare las cubas; si los dos ministerios, Industria y Transición Ecológica, y la Xunta están de acuerdo, pues impidámoslo», declaraba ante los medios.

Recordaban desde el comité que el propio Gobierno declaró la industria del aluminio primario esencial durante el estado de alarma, en marzo, en la primera oleada de la pandemia. La de San Cibrao, en A Mariña, es la única fábrica que produce aluminio primario de España. «¿Van a permitir Gobierno y Xunta que Alcoa la cierre por propia voluntad; que no haya aceptado vendérsela de nuevo a la SEPI, a quien se la compró en su día regalada?

Que Alcoa haya renunciado a vender la planta a la SEPI renunciando a ese ofrecimiento del Gobierno, cayó como un jarro de agua fría entre los trabajadores y en A Mariña. La tensión era palpable ayer. El día fue largo,.