Una catarsis colectiva y artística

María Guntín
maría guntín LUGO / LA VOZ

LUGO

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La Ferretería acoge una muestra de cinco autores con mundos muy dispares

12 nov 2019 . Actualizado a las 18:41 h.

Lorena Grandío, Cruz Lago, Cristóbal Novoa, Luis Montero e Isabel Somoza son cinco artistas que han decidido compartir sus obras a través de una exposición colectiva en La Ferretería, de lunes a viernes, de cinco de la tarde a ocho y los sábados, de once de la mañana a dos del mediodía.

Desde una perspectiva personal, cada uno de los autores intenta transmitir el fondo y la profundidad de sus ideas, desempolvarlas y mostrarlas al público. Para Lorena, los atrapasueños se impregnan de todos los matices que nos rodean y se proyectan a nuestra consciencia. «Es fotografía cinética pintada con luces que se basa en el arte sagrado y también en el mundo antiguo, en las esculturas. Son como imágenes fijas, circuitos que crecen dentro de tu cabeza y se impregnan con aquello con lo que tú quieres darle forma. Las mandalas (dibujo circular) son como circuitos neuronales, es un tema conceptual», explica.

Cruz se define con una cita de Birger Sellin que habla de todo su trabajo: «La soledad de un autista es como una masa de barro que prolifera el alma». Cruz trabaja desde hace tiempo en una serie que titula La profundidad del bosque y que habla del autismo. «Es un mundo de mentes privilegiadas y diferentes. La obra trata de transmitir sus países interiores. También hay mucha simbología, países inventados. Todos los cuadros están envasados al vacío para transmitir ese hermetismo», añade.

Isabel apuesta por el corazón como una estructura vital para sentir. «Tengo litografías, pensadores, gente que está pensando con el corazón y no con el cerebro. Es un concepto difícil de llevar a la práctica. En esta exposición se mezcla el trabajo de cinco autores muy distintos. Se complementa todo muy bien», añade Isabel.

Cristóbal se acuerda de la luz que se filtra entre los árboles para recordar días de mar y olas. «Expongo un conjunto de acuarelas de diferentes temáticas. Trabajo en los márgenes con historias complementaria, tal y como se hacía en época medieval. Son historias muy variadas, con diferentes mundos», narra.

Luis no tiene conclusiones fijas y prefiere compartir su mundo en silencio. «Son cuadros de técnica mixta, dibujos con collage y litografías. Lo que yo quiero es que la gente reflexione sobre lo que ve. Me gusta que el trabajo hable por sí solo y sugiera cosas distintas a cada persona», explica Luis.