Si Burgos era un test no pudo salir peor. A Los que viajaron y a los que lo vieron por la tele nos llenó de dudas todo lo que vimos. Tercera salida y tercera derrota por más de 90 puntos, si hay que meter 100 para ganar, mal asunto. Perder fuera de casa es siempre una posibilidad, mucho más clara en unas canchas que en otras, pero lo que nos dejó a todos helados fue la imagen. Hemos escuchado todo tipo de comentarios, los clásicos cuando se pierde, quien debió de jugar más o menos .... quien estuvo demasiado tiempo en el banquillo, pero lo realmente triste fue ver a un equipo sumiso, fuera del partido siempre, empecinado en jugar 5 por 5 todos los ataques, una pena. claro que siempre nos quedará el Pazo, que ahora en 5 días tendrá una prueba de fuego. esta noche toca el Juventut, no es un equipo menor, aquí se juega dejar atrás el pelotón de las 2 victorias e instalarse en zona noble y tiene razones para aspirar a un gran año. Poderoso dentro con Birgander y Teodorivic, hoy le faltará Harangudy, no uno sino dos bases excelentes, el jefe del equipo Laprovittola y Dimitrijevic, que crece cada partido, gente joven como Ventura, Nogués, López Arostegui jugando ya por encima de veinte minutos. Habrá que picar duro y no olvidar que es el clásico equipo que lanza por encima de veinte triples por encuentro, cuarenta y dos en los dos últimos ¿Y nuestro Breogán?, maltrecho por las lesiones, el mal sabor de boca después de Burgos, partido que tantas dudas ha sembrado, una suerte que haya choque entre semana, menos tiempo para rumiar las penas. Hay que olvidar el Coliseum y volver a ser el equipo aguerrido que tanto ilusionó el día del Estudiantes. Jugar duro, agresivo, como corresponde a un partido en el Pazo, con 6.000 amigos detrás y ante un rival de los que a priori ganar no parece imposible.