El dueño del edificio de Santa Lucía presiona a los inquilinos para que compren o dejen el piso

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

LUGO

Carlos Castro

Hay familias que llevan 20 años, que tendrán que decidir qué hacen cuando venza el contrato

23 sep 2018 . Actualizado a las 23:14 h.

Diecinueve familias que viven de alquiler en el edificio número 5 de la avenida de Madrid, en A Fonte do Rei, en el conocido como edificio de Santa Lucía, tendrán que decidir, a medida que vayan venciendo sus contratos de arrendamiento si buscan una nueva vivienda o compran en la que están. Los nuevos propietarios del inmueble Invicta Properties S.L., que se lo compraron a la compañía de seguros Santa Lucía, les han hecho llegar este mensaje, a alguno de ellos mediante burofax y a otros a través de la persona empleada como portero de la finca. Los precios de compra dependen de la situación y de los metros. Por un quinto están pidiendo 140.000 euros y por las plazas de garaje, 8.000. Los nuevos dueños avisaron a los inquilinos que si se quedan la comunidad subirá de precio.

Los 24 pisos -cinco de ellos ya están vacíos y a la venta a través de una inmobiliaria- pertenecían a la compañía Santa Lucía, que los puso en alquiler a principios de los años 90. Hay familias que llevan residiendo en el edificio, que arrendaron sin muebles, desde hace 20 años. Algunas tienen hijos pequeños y otras son personas mayores, con 80 años o más que viven solas. Por los más grandes están pagando una renta de 450 euros, que incluye la calefacción, que ya no lo está en los últimos contratos.

Algún afectado está valorando solicitar los servicios de un abogado para que le explique la situación y conocer cuáles son sus derechos. Quieren saber si tienen alguna posibilidad de que les descuenten de la compra de los pisos lo que han pagado por el alquiler, una posibilidad que parece bastante remota. Otros, sin embargo, están ya preparando la mudanza, después de descartar la adquisición. Desde que les venza el contrato, tendrán un mes para irse. «No contábamos con eso -señaló un vecino del edificio que recibió la comunicación de la empresa- es un problema para nosotros, pero los nuevos dueños están dentro de la ley. No es cosa de ellos. Actúan como les consiente el gobierno».

Santa Lucía mantiene en el edificio parte de sus oficinas. El personal no tiene noticias de más traslados. Lo que sí se comenta es que en el local de la esquina de la plaza do Rei habrá pronto un nuevo negocio.

«Tenemos claro que pretenden que nos vayamos»

La familia de Ana E. R. es una de las más afectadas por la decisión de los nuevos propietarios de suspender los alquileres para tratar de vender los pisos. Supondrá posiblemente la mudanza de cuatro viviendas, con muebles incluidos, dos de ellas de mujeres que viven solas de más de 80 años, su madre y la suegra de su hermana, que son de los inquilinos más antiguos..

Ana E. R. confesó que cuando se enteraron de que Santa Lucía había vendido el edificio y los nuevos propietarios comenzaron a hacer cambios, empezó a sospechar. «Era visto -dijo- que iba a pasar algo».

Según esta inquilina, empezaron con la calefacción recortando horas de encendido y bajando la temperatura. En los últimos contratos la calefacción ya no está incluida en el recibo. «Tenemos claro que están intentando que nos vayamos», explicó.

Ayer mismo esta familia recibió la oferta para que pueda quedarse con el piso, que da a la Fonte do Rei, con cuatro habitaciones y más de cien metros cuadrados de superficie. Le piden 137.000 euros y 129 de comunidad. «El precio es inviable y más en las condiciones en las que se encuentra el piso».

Las cuatro viviendas que ocupan los miembros de una misma familia concluyen el contrato en fechas diferentes. La madre de Ana E. R. tendrá que marcharse el próximo año y ella y su hija en el 2020 porque renovó el último contrato por tres años, en lugar de por los cinco de antes.

La octogenaria se mudó al edificio que perteneció a Santa Lucía cuando falleció su marido, para estar cerca de una de sus hijas. La otra se mudó con posterioridad cuando quedó vacío uno de los pisos. «Cuando se vino para aquí -explicó su nieta- nos dijo que ya no se volvía a mover más y ahora tendrá que marcharse el año próximo».

En el edificio construido a principios de los años 90 y en el que no hay inquilinos nuevos desde hace un año aproximadamente.

«Nos están dando la información a cuentagotas -señalaron ambas mujeres- lo normal hubiera sido que los nuevos dueños nos reunieran y nos explicaran ellos la nueva situación. Nos van soltando cosas a través del portero».

Con los nuevos propietarios también hubo otros cambios. Con los anteriores era el portero el que se encargaba de las pequeñas reparaciones en los pisos y las hacía de forma rápida. Ahora ya les comunicaron que tendrán que gestionarlas a través del seguro.

La situación ha desatado todo tipo de especulaciones en el entorno. «Se comenta que si no consiguen vender los pisos construirán un hotel o hacer apartamentos en cada planta para alquilar», aseguran.

La aseguradora vendió el inmueble a una sociedad

La nueva propietaria del edificio es la sociedad constituida hace seis meses, en Madrid, Invicta Properties S.L., con un capital social de 3.000, 1 euros. A este nombre están llegando las notificaciones a algunos de los inquilinos, en concreto a los que les está a punto de vencer el contrato. Otras las remite Lucense Gestión Patrimonial, creada también hace seis meses, con idéntico capital social y con el mismo domicilio que la anterior. Los arrendatarios fueron informados inicialmente del cambio de propiedad por el conserje del edificio, que lleva 26 años en el puesto.