Una decoración genuinamente chairega, con poemas y con cuadros

La Voz

LUGO

14 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Se imagina alguien poder repetir las estrofas de un poema antes de dormirse y poco después de despertarse? Si la persona en cuestión es aficionada a la poesía y tiene buena memoria, no hay mayor dificultad. Si carece de una de esas dos características o incluso de ambas, dormir en el Terra Chá le ayuda a paliar esa situación.

Las habitaciones del hostal, que cuenta con 19, están ambientadas con poemas de autores chairegos y con imágenes que de manera directa o indirecta se relacionan con esos textos.

Reproducidos en las paredes de las habitaciones hay, por ejemplo, poemas de Manuel María dedicados al Miño («O Miño é vello e tristeiro, / sempre vai mudo. E vai senlleiro. / No inverno semella que murmura...») o al castro de Viladonga («Castro de Viladonga, aberto aos ventos, / ollando as vagas nubes fuxidías, / illote da altivez e da impotencia / ergueito como o puño dun petrucio / na soidade sen fin da Terra Chá...»).

Hay también algún poema de Xosé María Díaz Castro («Coma un río quixera eu ser: cantar / con estrelas no lombo cara ó mar, / deixando unha chorima en cada pedra, / e unha bágoa de Deus en cada herba...»).

Colaboración

José Grandío, que puso en marcha el negocio, agradece la colaboración que le prestó el Instituto de Estudos Chairegos (Iescha) para llevar a cabo esta iniciativa. Incluso el presidente de la entidad, Manuel Castro Santamariña, escribió unos versos sobre el puente de Saa que se incorporaron a esta decoración literaria («Vella ponte de Saa, / sobre as augas do Labrada, / que corren mansas e claras / a se xuntar coas do Ladra»). Si a alguien le sorprende, cabe recordar que el hostal lleva el mismo nombre de un libro de Manuel María.