En el pleno de ayer no faltó de nada. Como broche final, una desbandada por tiempos en las filas del PP. El ambiente en las bancadas populares se fue calentando a medida que avanzaba el pleno. Primero, les fue rechazada una enmienda que habían presentado en relación al Plan Provincial de Cooperación porque tenían que haberla entregado al menos con un día de antelación, según les puntualizó el presidente de la Diputación, José Ramón Gómez Besteiro.
En el polémico punto sobre el franquismo, los populares pidieron votar la moción por puntos, pues su intención era condenar los régimenes totalitarios, pero no destituir al alcalde barallés. Pero no se lo aceptó el gobierno provincial, por lo que finalmente votaron en contra de toda la moción.
Por si fuera poco para cabrear a los conservadores, también BNG y PSOE les tumbaron las dos mociones de urgencia que presentaron. No se pudieron debatir ni la propuesta sobre la readmisión de los trabajadores de Suplusa, ni la referida a la mejora del servicio de abastecimiento de agua en Bóveda. Eso, a pesar de que el alcalde, José Manuel Arias, comenzó su intervención justificando la urgencia porque esa misma mañana habían recibido un informe de Sanidade en el que les informaban de que el agua no es potable.
Cuando llegó el último punto, el de las preguntas, prácticamente la portavoz popular, Elena Candia, ni tiempo tuvo a formular la cuestión. El alcalde de O Vicedo, Jesús Novo, se levantó increpando al gobierno provincial por lo que considera una falta de respeto y anunció que abandonaba el pleno. No se fue solo; le siguieron José Manuel Arias y Fernando Pensado, mientras Candia seguía intentando formular la pregunta: «¿Cales son os patrocinadores do Breogán?». Entre el alboroto que se formó y la contestación del vicepresidente de la Diputación, el nacionalista Antonio Veiga, que se prolongaba, también la portavoz del PP optó por irse y, junto a ella, el resto de diputados populares.