El delegado del Gobierno, Samuel Juárez, afirmó ayer que la crisis de Alimentos Lácteos era previsible. De hecho, recordó que él mismo, siendo conselleiro de Medio Rural, ya había advertido en su momento que al proyecto «le faltaba músculo y base cooperativa». Explicó que lamenta la situación que atraviesa la planta de Outeiro de Rei, pero matiza: «Yo les hice al principio una serie de indicaciones que no fueron seguidas y desgraciadamente las previsiones se cumplieron».
Juárez relató que desde el principio se veía que los promotores «no estaban abriéndose lo suficiente al resto de cooperativas y ganaderos de Galicia para ganar esa base que necesitaban». Dice que como conselleiro apoyó a unas cooperativas que iniciaban un nuevo proyecto, como hizo con otras muchas, pero señaló que había sido muy crítico en ocasiones por la forma en que se estaba gestando la iniciativa.
El exconselleiro hizo una advertencia pública en julio del año 2011, poco después de la marcha de Roberto Casas, que ejerció como gerente y al que los administradores despidieron por discrepancias con sus criterios de futuro de la cooperativa. De hecho Casas era defensor de que se limaran las asperezas con los integrantes del otro grupo de cooperativas, vinculadas a Feiraco que quedaron fuera del proyecto, al adjudicárselo Pascual a La Arzuana y Gancobre.
Juárez declaró en la firma de un convenio en Fontao que la Xunta no podía actuar con «manu militari» cuando hizo un llamamiento a la integración.