José Bouso, presidente del Lugo, vivió un estreno más feliz que el de hace veinte años, cuando formaba parte de la directiva con la que los rojiblancos habían conseguido el primer ascenso. Entonces, se produjo una derrota (1-0) ante el Mérida. Tras la victoria contra el Hércules, el mandatario indicó que «es un día histórico. El resultado da ánimo y confianza al equipo».
En la campaña de abonados, el Lugo se ha marcado como primer objetivo alcanzar la cifra de cuatro mil. Antes del estreno liguero, los rojiblancos ya rozaban los 3.500. Con respecto a esta circunstancia, Bouso apuntó que «no pondremos límite. Pese a que estamos en un período de crisis económica, todo el mundo está haciendo un esfuerzo. Creo que rebasaremos los 4.000».
Obras
De momento, los rectores del Lugo se están tomando con calma las obras que el estadio deberá llevar a cabo en un plazo de dos años. Aspectos como la instalación de tornos, adecuación de las vallas en los límites del terreno de juego o colocación de asientos en todas las zonas del campo se encuentran en un impás de espera.
José Bouso explica que las reformas están «complicadas». «Iremos caminando, pero la situación es la que es y no hay dinero», señaló el presidente de los rojiblancos.