En septiembre comenzarán las obras de supresión de barreras arquitectónicas en 18 calles de la capital, según anunciaron ayer el alcalde, José López Orozco, y la concejala de Benestar Social, Carmen Basadre.
Se trata de las actuaciones previstas en la quinta fase de obras de accesibilidad, que tendrán un presupuesto de 212.239 euros y un plazo máximo de ejecución de cinco meses. Es decir, a finales de este año debería haber rampas en las aceras de las siguientes calles: avenida da Coruña, Milagrosa, Curros Enríquez, Illas Cíes, Río Narla, Alexandre Bóveda, Monte Faro, Rúa do Franco, Viana do Castelo, San Isidro Labrador, Laverca, Rúa das Fontes, Mar Cantábrico, Santo Grial, Ángelo Colocci, Gallego Tato, Lavandeira y Reiseñor.
Estas son las 18 calles que forman parte de la quinta fase del plan de accesibilidad del Concello, que en los últimos seis años ya ha suprimido las barreras existentes en 70 vías de la capital. Orozco y Basadre estuvieron ayer en una de las últimas calles que se han arreglado dentro de este plan, y por la que ahora pueden circular con facilidad personas en sillas de ruedas o con movilidad reducida: Camiño Real.
Los socialistas mostraron las obras que se han realizado en el cruce de esta vía con Xulia Minguillón y explicaron que ambas calles formaban parte de la cuarta fase de actuaciones. Además, también se ha trabajado en la ronda do Carme, Fonte dos Ranchos, Doutor Alonso Hortas, Andoriñas, Tui, Serra Gañidoira, Lamas de Prado, Río Navia, Conde y, por último, Pintor Villamil.
Cooperación
Las obras de accesibilidad comenzaron en 2003, cuando el Concello firmó un acuerdo de colaboración con el Imserso y la Fundación ONCE. De esta manera, se aseguró que las reformas se harían satisfaciendo las necesidades de las personas que más necesidad tienen de este tipo de actuaciones.
Las cinco fases del plan de accesibilidad de la capital se han financiado con fondos Feder. La fase que comenzará en septiembre es la más numerosa en cuanto a calles en las que trabajar hasta el momento.