A través de varios juegos, la Fundación Secretariado Xitano animó ayer a los lucenses a desterrar mitos y eliminar prejuicios relacionados con el pueblo milenario
07 jul 2009 . Actualizado a las 11:03 h.¿Qué tienen en común Charles Chaplin y Elvis Presley, además de ser dos artistas inolvidables? Que ambos provienen de familias gitanas. Por la venas de Yul Brynner, uno de los calvos más recordados del celuloide, también corría sangre calé. Estas son algunas de las sorpresas que deparaba el «juego de famosos» con el que la Fundación Secretariado Xitano animó ayer a la sociedad lucense a desterrar mitos y eliminar prejuicios. «La gente asocia siempre el pueblo calé con los 'gitanos más visibles' y lo vincula a la pobreza, pero no es así, hay muchos 'gitanos invisibles', que tienen trabajos normales y pasan desapercibidos», destacó la orientadora de ocio y tiempo libre de la fundación en Lugo.
Y no se trata solo de artistas. Escritores, políticos, activistas o deportistas de éxito, como el futbolista del Atlético de Madrid José Antonio Reyes, también son gitanos. Lola Flores, en cambio, no era calé. «Su marido, Antonio el Pescadilla, sí lo era, pero ella no». La gente relaciona el flamenco con lo gitano, pero no toda la gente que se dedica a este arte ancestral tiene raíces gitanas. Entre «los que despistan» se encuentran figuras reconocidas como los bailaores Sara Baras o Rafael Amargo, que en realidad son payos.
La etnia milenaria, que anduvo errante durante siglos y está extendida por todo el mundo, dispone del Día Internacional del Pueblo Gitano, el 8 de abril, y de un himno propio, así como de una bandera internacional. Con dos franjas, una azul que simboliza el cielo y una verde que simboliza el suelo; y una rueda roja central, que expresa los deseos de libertad más allá de las fronteras.
«Es cierto que son un pueblo con identidad propia, pero son españoles», precisaban en la actividad, que se desarrolló en la rúa da Raíña en el marco de la exposición Solidarízate, promovida por la obra social de Caixa Galicia.
Entraron en España en 1492
Otro de los entretenimientos de la gincana de juegos consistía en averiguar cómo y cuándo llegó este pueblo, originario de la India, a la península Ibérica. Los gitanos entraron en España como peregrinos en el año 1492: «Cuando España todavía no era España, sino varios reinos». Por ese motivo, resaltaron, «quienes dicen que no son españoles no tienen razón».
Uno de los tópicos más extendidos más allá de nuestras fronteras es calé. «Fuera de España nos reconocen por los vestidos de volantes y de lunares, los pendientes de coral... Es decir, por el traje de gitana», dijeron.