Antonio Armesto (Suiza, 1968), creó Animatium en el año 1992 y se expandió a nivel nacional hasta contar al día de hoy, con diez oficinas.
-¿A qué se dedica su empresa?
-A servicios integrales para eventos, y a animación. Trabajamos para particulares, empresas o entidades que quieran un toque diferente, de entretenimiento, de diversión o de fiesta. También hacemos acciones de team building, en esta época, en que se necesita cohesionar a los equipos de trabajo.
-¿Quiénes son sus clientes?
-Nuestros clientes son empresas, que nos piden desde organizar grandes eventos, hasta hacer una inauguración o lanzar un producto. También entidades como ayuntamientos o la Xunta, y por último, particulares, para hacer bodas o comuniones.
-¿La crisis cambió el tipo de trabajo que hacéis?
-En estos momentos, crecen departamentos como el de animárketing, por ejemplo, que es el márketing animado. Como los negocios tienen que hacer acciones para diferenciarse, se comunican más, a través de la animación. En este momento lo que prima es la creatividad para hacer grandes acciones, con recursos económicos bajos. Nosotros, cuando diseñamos una acción para una marca, un comercio, o un negocio, tenemos que impregnarnos de la filosofía del negocio, para saber cual es el objetivo. A partir de allí, buscamos las mejores acciones, y los recursos para llegar a ese objetivo.