Las reservas de ocupación hotelera para el estío superan el 50 por ciento

Antonio Cendán VILALBA

LUGO

CORRAL

Las previsiones de los establecimientos son a estas alturas más optimistas que en 2006 Los madrileños son los que más visitan la comarca chairega, seguidos por los catalanes

03 jul 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

Los turistas se decantan cada vez más por Terra Chá. Aunque los madrileños siguen eligiendo los encantos chairegos, también los catalanes se han encargado de descubrirlos. A ellos se han sumado en mayor número visitantes procedentes de países comunitarios, principalmente de Gran Bretaña y Alemania. Aunque, salvo en el caso del Balneario de Guitiriz, no se puede hablar de una estancia media definida, una gran parte de los viajeros que se acercan a las localidades chairegas lo hacen por un período superior a una semana, lo que constituye una buena media. Las cifras que manejan distintos centros hosteleros de la comarca indican que las previsiones para la presente campaña estival mejorarán sensiblemente a las anteriores. Así, el Parador de Turismo de Vilalba tiene reservadas más del 70 por ciento de sus plazas para todo el período estival. Desde este centro, sus responsables calculan que más de 500 habitaciones estarán ocupadas durante el verano. No menos optimistas son las previsiones que manejan desde el Hotel HUSA Villalba, donde consideran que la ocupación será del 55 por ciento, que es una buena cifra, ya que esta hospedería abrió sus puertas por vez primera el año pasado. Además, cuenta con el aliciente añadido del atractivo que supone la Charca do Alligal. Guitiriz Aunque por ahora las cifras que barajan no son tan altas como en los centros hosteleros de la capital chairega, la empresa concesionaria del Balneario de Guitiriz, Hespería, también goza de unas buenas previsiones para la época estival. Las reservas superan ya el 20 por ciento, superiores a las de 2006 por estas fechas, aunque se prevé que llegue a más del 60 a lo largo de los dos meses centrales del verano. En este centro, sus responsables lamentan que la estancia media haya descendido ligeramente. Antes se pasaba una media de 2 o 3 noches, en tanto que ahora se ha reducido a una o dos. Ello obedece, según señalan, a una mayor diversificación hostelera especializada en el campo hidrotermal y, cómo no, a la constante subida de las hipotecas.