?os científicos esperan hallar en las terrazas fluviales del valle de Lemos herramientas prehistóricas en su contexto estratigráfico, es decir, enterradas en una antigua capa de terreno que corresponda a la época en que fueron fabricadas. Así habrá posibilidades de calcular su antigüedad con mucha más precisión. Según Xosé Pedro Rodríguez, uno de los métodos de datación que podrían utilizarse en esta zona es el del paleomagnetismo. Este sistema se basa en el hecho de que la polaridad de la Tierra se invierte cada cierto tiempo. Hasta hace unos 780.000 años, el polo norte magnético se hallaba donde hoy estaba el polo sur, y viceversa, y a partir de ahí invirtieron su posición. Los geólogos pueden detectar las huellas que dejan en el terreno los cambios de polaridad. Este método permitió datar en Atapuerca los fósiles del Homo antecessor , fijando la edad de estos restos en torno a 800.000 años.