Las estructuras tectónicas de Sarria, Incio y Becerreá presentan numerosos accidentes El reciente estudio de los técnicos del Instituto Geográfico Nacional (IGN) se detiene en los numerosos accidentes que presentan las estructuras tectónicas de las zonas en las que fueron localizados los epicentros de los movimientos telúricos. Hay una plaga de fallas que se van desgarrando paulatinamente y que son las que provocan los temblores. La actividad sísmica en época instrumental ocurrida en esta parte de la provincia lucense está agrupada por los sismólogos en dos periodos de tiempo. El primero comienza el 16 de enero de 1979 con un terremoto de 3.9 y el segundo el 21 de mayo de 1997, con uno de 5.3.
11 ago 2001 . Actualizado a las 07:00 h.Rueda y Mezcua, en su informe, analizan las estructuras tectónicas en la zona asturocidental-leonesa, en la que los accidentes están agrupados en el Manto de Mondoñedo. En su parte norte las fallas están agrupadas entre los 90 y los 130 grados. En su parte sur, cerca de la zona de Sarria, existen dos tipos principales: un grupo de fallas inversas de dirección E/NE y O/SO, con una traza curva con un plano de más de 45 grados de inclinación hacia el SE. En su parte central el movimiento es de falla inversa y va degenerando en sus extremos a falla de desgarre. De este tipo citan la de O Incio, Agradelo y Gundariz-Pedrafita, más a la zona de Sarria. Al noroeste de Triacastela hay otras de menor longitud que también pueden considerarse como inversas aunque en algún caso poseen también componente de desgarre, según indican los especialistas. También se encuentran en la parte próxima a Sarria, fallas de «desgarre sinestral» con dirección N/NO y S/SO. Estas tienen buzamiento (inclinación) al noroeste, como es el caso de las de Becerreá y Sarria y también al sureste, como es la de Baralla. «A partir de un análisis sobre orientación de estas fallas y de sus estrías en nueve estaciones de observación, se desprende un dato de especial importancia y es el de un persistente acortamiento en la direción NO/SE», apuntan los técnicos. Éstos también hacen referencia a que las estructuras presentes en la zona asturoccidental leonesa «indican una deformación en condiciones más profundas que las de la zona de Cantabria; en primer lugar se originan pliegues tumbados de dimensiones kilométricas como es el Manto de Mondoñedo y que son cortados por grandes cabalgamientos». En la estructura geológica del noroeste se sitúan abudantes cuencas terciarias, caracterizadas por diferentes tendencias morfológicas que son una expresión de las diferentes situaciones tectónicas presentes durante su formación. «En el caso de la cuenca de Sarria -dicen - aparecen fallas de desgarre con movimiento lateral izquierdo en su límite oriental».