La infanta Elena recibió un traje tradicional del siglo XIX para su hijo Felipe Juan Froilán, obsequio del Ayuntamiento Fue la cuarta visita que los Duques realizaron a Lugo. Esta vez tenía un sentido de apoyo explícito para que la Muralla sea declarada Patrimonio de la Humanidad. Ante un abarrotado salón de plenos del Ayuntamiento, la infanta Elena expresó en gallego su compromiso con el monumento lucense. Pero el acto también también sirvió para que la corporación lucense mostrase su cariño a la Infanta Elena y a Jaime de Marichalar, a los que se les regaló un traje tradicional de guardia para su hijo Froilán.
25 may 2000 . Actualizado a las 07:00 h.Las máximas autoridades locales, provinciales, y autonómicas, asistieron a los discursos que ofrecieron los Duques de Lugo, el alcalde, Xosé López Orozco, y el presidente de la Xunta, Manuel Fraga. Todos tuvieron un carácter de reivindicación hacia la Muralla romana, para que consiga su objetivo de ser declarada Patrimonio de la Humanidad. La infanta Elena lució el broche de oro que le regaló el Concello con motivo de su primera visita a la ciudad, y donde se representa la fortificación lucense. También Jaime de Marichalar recibió la insignia de oro de la muralla de manos del regidor municipal. En su discurso, la Duquesa de Lugo mostró su satisfacción por poder «compartir las realidades e ilusiones de todos los lucenses», refiriéndose al compromiso social y de educación que significan Aspnais y el Campus de Lugo, las citas más importantes de la visita que realizan estos días a la ciudad. «Pero ilusiones que tejéis en torno a la Muralla romana, imagen de esta ciudad». Al finalizar el acto protocoloario, los Duques recibieron de manos de Xosé López Orozco un traje tradicional de guardia del siglo XIX para su hijo Felipe Juan Froilán de todos los Santos, realizado por el colectivo María Castaña. Cuando Xosé López Orozco se refirió al hijo de los Duques de Lugo con el simple nombre de Froilán, la infanta Elena dejó entrever una sonrisa cariñosa. También recibieron una reproducción de la Puerta de Santiago, y un ramos de flores entregado por el premio fin de carrera de Humanidades, Sergio Aller.