Los incendios incrementan el riesgo de desprendimientos en el geoparque Montañas do Courel
RIBAS DE SIL
Un estudio realizado en la Universidad Autónoma de Madrid analiza el efecto de los fuegos forestales del 2021 sobre las rocas
06 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Los incendios forestales que en septiembre del 2021 se extendieron por amplias zonas de los municipios de Quiroga, Ribas de Sil y A Pobra do Brollón causaron importantes daños en las formaciones rocosas que ayudarán a que se acentúe la erosión y que más adelante pueden provocar problemas de inestabilidad en los terrenos y riesgo de desprendimientos. Así lo indica un estudio realizado en la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de Madrid por encargo del geoparque Montañas do Courel.
Los resultados del estudio se han recogido en un trabajo de fin de grado de ciencias ambientales realizado por el estudiante Alejandro Estévez Jiménez bajo la dirección de los geólogos Miguel Gómez-Heras —profesor de la referida facultad— y Daniel Ballesteros, coordinador del comité científico del geoparque. La investigación de laboratorio se llevó a cabo sobre muestras de distintos tipos de roca recogidas en lugares que fueron afectados por los incendios del 2021 y en otros donde no se produjeron fuegos en tiempos recientes. Estas últimas se calentaron a diferentes temperaturas para comprobar los efectos del fuego sobre el mineral y realizar comparaciones con las muestras recogidas en lugares quemados por los fuegos forestales.
Tres tipos de roca
Según explica Gómez-Heras, para el estudio se escogieron tres tipos de mineral que se consideran representativos de la litología del geoparque: la pizarra, la cuarcita y la metagrauvaca, un tipo de roca detrítica que se forma a partir de los componentes del granito. En la investigación se ha comprobado que las rocas más afectadas por el fuego son las pizarras. «Las pizarras están formadas por láminas o capas que tienden a abrirse y separarse bajo los efectos de las altas temperaturas, y eso hace que disminuya su resistencia a la erosión», dice el geólogo.
Basándose en los resultados de este estudio, los investigadores apuntan que los efectos del fuego sobre las rocas se harán sentir a largo plazo, después de que el mineral quemado y debilitado haya sufrido la acción erosiva de los agentes atmosféricos. «Las formaciones de pizarra situadas en zonas de pendiente son las más expuestas a sufrir la erosión, sobre todo aquellas en las que las láminas que forman la roca están en situación paralela a las laderas», dice Ballesteros. «En esos lugares es donde será más fácil que las pizarras dañadas por el fuego se deshagan y causen desprendimientos», añade.
Un nuevo tipo de investigación que hasta ahora no se había realizado en este territorio
El estudio sobre el impacto de los incendios forestales en las rocas, según sus responsables, es el primero de esta índole que se realiza en el territorio del geoparque Montañas do Courel. La iniciativa se encuadra en los proyectos de investigación que la entidad está desarrollando con el apoyo económico de la Diputación. «Estos estudios son de un tipo muy nuevo y nos interesa desarrollarlos porque nos preocupa el efecto del fuego sobre el patrimonio geológico», dice Ballesteros. «Hay que tener en cuenta que desde el año 2000 hasta hoy, el 33% del territorio del geoparque ha sido afectado por incendios forestales», agrega.
El estudio, además de los análisis de muestras de rocas, ha comprendido la realización de una cartografía en la que señalan las zonas quemadas en los incendios del 2021 donde predomina la pizarra y que por lo tanto, previsiblemente, están más expuestas a los efectos de la erosión. «Es un mapa teórico que nos servirá para desarrollar otros más elaborados», comenta Ballesteros.
Cálculo de temperaturas
Por su parte, Gómez-Heras señala que el estudio se complementará con otro que aún está en curso de realización y que consistirá en calcular —a partir del análisis de las rocas— las temperaturas más elevadas que se produjeron en los incendios del 2021. Este trabajo corre a cargo de la especialista Sara Torres. «En ensayos de laboratorio se ha comprobado que más o menos a partir de los 600 grados de temperatura incluso rocas duras como el cuarzo se debilitan y posiblemente quedan más expuestas a los efectos de la meteorización y la erosión», explica. «Estudios como este muestran que los incendios no solo destruyen la vegetación y la fauna, sino que también dañan las rocas», concluye.
Análisis de muestras de mineral recogidas en áreas quemadas y en otras que no ardieron
Las muestras de mineral quemado que se utilizaron en el estudio realizado en la Universidad Autónoma de Madrid se recogieron en el entorno de la localidad de Castrodares, en el municipio de Quiroga. En esa zona se encuentra el sinclinal de Castrodares, una espectacular formación geológica compuesta de capas plegadas de cuarcita que se alza sobre la margen derecha del Sil. El 7 de septiembre del 2021, un incendio quemó la vegetación que cubría este plegamiento e hizo que se estructura se pudiese apreciar mucho mejor.
Las muestras de roca no quemada se recogieron en tres lugares diferentes: el entorno de la capital municipal de Quiroga, el área de Campodola —donde halla en sinclinal del mismo nombre, uno de los principales parajes del geoparque— y los alrededores de Folgoso do Courel.
Efectos del 2022
El estudio se ha limitado a las áreas afectadas por los fuegos forestales de septiembre del 2021 y por lo tanto no incluye los territorios quemados por los grandes incendios que sufrió la sierra de O Courel hace poco menos de un año, en la segunda quincena de junio del 2002. «Pero se puede suponer que el impacto habrá sido parecido, porque la tipología de las rocas es la misma», indica a este respecto Daniel Ballesteros.