Las mercedarias se van de Chantada

Francisco Albo
francisco albo CHANTADA / LA VOZ

CHANTADA

ROI FERNÁNDEZ

La congregación dejará el municipio, en el que está presente desde hace 74 años

15 ene 2019 . Actualizado a las 13:00 h.

La orden de las Hermanas Mercedarias de la Caridad declina por ahora hacer cualquier declaración al respecto, pero en Chantada se da por hecho desde hace algún tiempo que las últimas integrantes de esta congregación local dejarán en un plazo más o menos breve el municipio, en el que han estado presentes de forma continuada desde 1945. En el edificio regentado por esta orden -situado en la avenida de Lugo- solo funciona en la actualidad un centro de acogida de menores gestionado por la Xunta en el que no trabaja ninguna de las cuatro religiosas que siguen viviendo en la localidad y que ya sobrepasaron la edad de la jubilación.

En el mismo inmueble también funcionó durante un tiempo un centro de día dependiente del Ayuntamiento que ya fue trasladado a otra ubicación. Por ahora se desconoce qué nuevo uso se puede dar a las dependencias del edificio -de considerables dimensiones- que en la actualidad están desocupadas.

Ayuda de un mecenas

Las mercedarias que formaron la primera congregación local chantadina procedían de Verín, donde se habían ocupado anteriormente de un colegio femenino. El centro educativo fue trasladado entonces a Chantada, aunque el edificio actual aún no estaba construido en esa época y las religiosas contaban al principio con unos medios muy precarios, teniendo que alojarse temporalmente en algunas casas particulares. El colegio pudo ser creado gracias al apoyo económico que brindó Modesto Vázquez Yebra, un vecino de la parroquia de Belesar cuya familia regentó una conocida droguería en Ourense y que además había reunido una importante fortuna en Cuba. La obra fue encargada a la empresa constructora Cabezas y se llevó a cabo en poco tiempo. La sepultura del mecenas, que falleció poco después de que se terminase el edificio, sigue estando hoy en la capilla del antiguo colegio. La familia de Modesto Vázquez Yebra también ayudó a sufragar en la capital ourensana la construcción de la iglesia de Fátima, iniciada en 1948.

Una vez terminado el edificio de la avenida de Lugo, no solo acogió un colegio femenino, sino también un pequeño asilo para personas sin recursos. El inmueble siguió cumpliendo estas funciones hasta que a comienzos de la década de 1970 se convirtió en lo que entonces se denominaba una escuela hogar.

La larga presencia de la orden mercedaria dejó una profunda huella en Chantada. El 16 de marzo del 2015 se celebró una jornada conmemorativa de los setenta años de la llegada esta congregación religiosa a la localidad y del 139 aniversario de la fundación de la orden por el padre Juan Nepomuceno Zegrí Moreno. Los actos contaron con la asistencia del obispo Alfonso Carrasco Rouco y del vicario general de la diócesis, Mario Vázquez Carballo.

En la actualidad, el centro chantadino es el único que la orden regenta en la provincia de Lugo. En Galicia, la congregación también está presente en el municipio coruñés de Oleiros.

Un internado que acogió en los años 70 a alumnos de diferentes localidades de la provincia

El colegio de las mercedarias de Chantada fue convertido en escuela hogar en 1971, coincidiendo con la fundación del primer instituto mixto bachillerato del municipio. El centro pasó a ser entonces un internado en el que residían los alumnos de las parroquias rurales que no podían asistir diariamente a las antiguas escuelas unitarias debido a los problemas de desplazamiento que se daban en esa época, cuando muchas familias no poseían automóviles propios y todavía no existía una red de transporte escolar.

Aunque en el centro ya no se impartían clases, mucchos alumnos matriculados en los colegios y en el instituto de Chantada vivían en él de forma continuada a lo largo de todo el año escolar. Durante ese período, el internado acogió además a numerosos hijos de familias emigrantes que no podían llevárselos con ellos ni contaban con nadie para dejarlos a su cargo. De esta forma, en el centro no solo se alojaron alumnos del municipio y del resto de la comarca, sino también de A Fonsagrada y de otras localidades de la provincia, que solo regresaban a sus casas en vacaciones. En Chantada se celebró recientemente un encuentro de antiguos alumnos del internado en el que se reunieron personas que en aquellos tiempos vivían en diferentes municipios lucenses.

Con el paso del tiempo, la progresiva desaparición de las escuelas unitarias y el desarrollo del sistema de transporte escolar acabó haciendo innecesario el servicio que ofrecía la escuela hogar chantadina.