Noche para olvidar en la ribera del Lor

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

A POBRA DO BROLLÓN

Señal calcinada por el fuego en el alto de Aldriz, en el municipio de Quiroga
Señal calcinada por el fuego en el alto de Aldriz, en el municipio de Quiroga ALBERTO LÓPEZ

La lluvia se alió con los servicios de extinción tras más de 24 horas de lucha contra un incendio que arrasó a su paso más de 1.500 hectáreas

07 sep 2021 . Actualizado a las 19:56 h.

En la extinción del incendio originado en Ribas de Sil, que se extendió a los municipios de Quiroga y A Pobra do Brollón, colaboraban a primera hora de la mañana del martes más de doscientos integrantes de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que había movilizado 55 vehículos más para reforzar el operativo inicial de protección de los pueblos amenazados por el fuego. Los efectivos del Ejército destinados inicialmente se incrementaron para salvaguardar las poblaciones en peligro, en un momento en el que ni siquiera el inusual despliegue de medios de la Xunta era capaz de contener el avance de las llamas. Tras más de veinticuatro horas de trabajo en condiciones especialmente adversas, el escenario cambió al mediodía coincidiendo con la llegada de la lluvia. A primera hora de la tarde, se desactivaba el nivel dos de alerta.

Los medios desplegados procedían del equipo de intervención que está activado durante el verano en la base general Morillo, en Pontevedra, y en la Base Conde de Gazola de León. La UME estableció el puesto de mando avanzado en la localidad de Margaride, en Quiroga, una de las que se vieron amenazadas por el fuego. La base logística se situó en el pabellón polideportivo del municipio de Quiroga. Un oficial de enlace trabajó en Santiago con los responsables del centro de coordinación central de la Xunta.

Militares, fuerzas de seguridad y equipos de extinción se desplegaron de madrugada y a primera hora de la mañana para frenar el avance de las llamas a la altura de las poblaciones de Carballo de Lor, Pozos, O Pacio y Beirán, y también en la cabeza del incendio al sur de la localidad de Salcedo, en el municipio de A Pobra do Brollón. Según las últimas estimaciones de la Xunta, el incendio arrasó una superficie superior a las 1.500 hectáreas antes de quedar estabilizado.

El incendio había amenazado durante la tarde del lunes, al pueblo de Rairos, próximo a la N-120, que tuvo que ser cortada al igual que la vía del tren en la línea Monforte-Ponferrada. Fue en ese momento cuando se activo el nivel 2. Posteriormente, otros frentes se acercaron a las aldeas de Carballo de Lor, Margaride, Vilar y Xestoso. Vecinos de Carballo de Lor tuvieron que ser trasladados cautelarmente a un hostal cercano.

Varios focos simultáneos

«Houbo perigo para as casas nalgún momento, pero non para as persoas», declaró el conselleiro de Medio Rural, José González Vázquez, desplazado a la zona para seguir el operativo. «O que fixo isto sabía perfectamente que podía provocar moito dano», afirmó el representante de la Xunta en referencia a la intencionalidad del fuego. La unidad de investigación pudo comprobar que en el origen de este incendio hubo varios focos simultáneos separados por centenares de metros.

Las elevadas temperaturas diurnas y nocturnas de las dos últimas jornadas, en las que por momentos se registraron intensas ráfagas de viento del sur, complicaron las labores de extinción del fuego. En la madrugada del lunes al martes, el fuego se aproximó peligrosamente a la aldea de Salcedo, en A Pobra de Brollón. El ocupante de la única casa habitada en As Laceiras, en la ribera del río Lor, tuvo que ser desalojado por la Guardia Civil ante la cercanía de las llamas. El terreno quedó calcinado en sus proximidades.

El director de Defensa do Monte dice que fue el más complicado de los últimos años

El alcalde de A Pobra, José Luis Maceda, siguió el operativo en la zona de Beirán desde las cinco de la madrugada del martes. La UME tuvo que montar tendidos de mangueras de más de un kilómetro de largo en una zona de fuertes desniveles para contener el fuego. «O vento era impresionante e cando caía unha muxica no chan prendía lume ao momento», señala Maceda.

Aunque algún foco próximo se reavivó a primera hora de la mañana, el fuego parecía haberse estabilizado este mediodía en ese frente. Para entonces, la lluvia hizo acto de presencia y ralentizó el avance del incendio en los puntos en los que seguía sin ser atajado.

Poco después de las once de la mañana, el director xeral de Defensa do Monte, Manuel Rodríguez, había valorado cerca de Carballo do Lor la situación del incendio, al que se refirió como «o máis complexo que tivemos nos últimos anos». A esa hora ya no había riesgo para ningún núcleo de población en los tres municipios afectados.

Visita de la subdelegada

Por su parte, la subdelegada del Gobierno en Lugo, Isabel Rodríguez, también se desplazó a la zona durante la mañana del martes para supervisar el dispositivo y entrevistarse con los mandos del batallón de intervención de emergencias. La UME todavía incorporaría más medios terrestres y aéreos al operativo de extinción, horas antes de que las lluvias ayudasen a contener la voracidad del incendio.