Cientos de personas volvieron a llenar este pueblo de O Courel para participar en la Festa da Pisa
08 dic 2025 . Actualizado a las 19:42 h.La Serra de o Courel es desde siempre una tierra productora de castañas, en abundancia y de calidad. En Froxán decidieron sacarle partido eso hace más de 25 años y pusieron en marcha la Festa da Pisa da Castaña. La idea era simple y pasaba por explicar cómo se hacía el proceso tradicional de secado de este fruto, que permitía hacerlo durar más allá del otoño y que sirviese de alimento todo el año. Aquella primera fiesta en 1999 fue un éxito y cientos de personas aprovechan todos los años el primer fin de semana de diciembre para visitar O Courel y probar las castañas en Froxán. Lo que pasa es que desde el gran incendio del 2022 las castañas ya no son de Froxán. Todavía no las hay, pero las habrá, porque los vecinos plantaron este año 1.922 castaños nuevos en su monte comunal.
La fiesta de este 2025 empezó como siempre a las once de la mañana con el encendido del sequeiro, la construcción en la que se secan las castañas con el calor del fuego. Una hora después, los vecinos empezaron con las demostraciones de pisado y abandoxado, el proceso en dos fases con el que primero se soltaba la cáscara de la castaña ya seca y después se separaba del fruto.
A última hora de la mañana llegó el pregón, este año a cargo de la actriz Mónica Caamaño. Y a continuación, la comida, con a carpa ya con mucha gente.
La organización vende todos los años 450 menús con plato único a base de castaña cocida, chorizo y panceta, y tarta de castaña de postre. Emplean ochenta kilos de castañas secas, quinientos chorizos y unos 60 kilos de panceta. No suelen ser suficientes, pero en la carpa también hay pulpería, así que nadie tiene por qué quedarse con hambre.
La fiesta continúa siempre por la tarde, con nuevas demostraciones de pisado y abandoxado, estas ya abiertas a la participación de los visitantes.
Nuevos árboles cerca de Froxán
Hasta el incendio del 2022, que en O Courel lo quemó casi todo de Folgoso para abajo, incluida la mayor parte del souto de Froxán, las castañas habían sido recogidas en el pueblo. En las últimas ediciones de la fiesta las castañas que se sirven en la fiesta no son de Froxán, pero eso no va a ser así siempre.
Los vecinos han empezado a recuperar lo que les ardió hace tres años. En los últimos meses plantaron 1.922 castaños, no donde estaba el viejo souto, sino en terrenos del monte comunal que gestionan las siete familias que viven todo el año en Froxán.
Evaristo González, de la asociación Fonte do Milagro, la organizadora de la fiesta, explica que se trata de un suelo «no que antes había piñeiro silvestre e que é moi bo, perfecto para un souto novo».