El inmueble fue derribado para construir un nuevo paso entre las vías provisto de ascensor
13 nov 2022 . Actualizado a las 12:34 h.El edificio del antiguo muelle de carga de la estación de ferrocarril de Monforte ya es historia. La construcción acaba de ser demolida para facilitar las obras de modernización de las instalaciones ferroviarias, que licitó el ADIF a finales del pasado año por algo más de tres millones de euros y que ahora están en marcha. El inmueble se ubicaba en uno de los laterales de la fachada principal, del lado de la vía de la línea de Ourense. Las oficinas que albergaban sus más de mil metros de superficie serán trasladadas a otras dependencias.
La desaparecida edificación data de los años cincuenta del pasado siglo. El muelle de carga tuvo una especial actividad en los tiempos de apogeo del transporte de ganado por ferrocarril. Muchos empresarios locales dedicados a esta actividad se asentaban en aquella época en las inmediaciones de la estación ferroviaria. En los últimos años sirvió como almacén y sede de talleres y oficinas. El derribo del edificio facilitará la construcción de un nuevo paso subterráneo entre las vías que, a diferencia del que existe actualmente, estará dotado de un ascensor.
El edificio actual de la estación sustituyó hace setenta años una construcción anterior de menores dimensiones. Las instalaciones experimentaron sucesivas ampliaciones al hilo del desarrollo del ferrocarril, aunque todavía se conservan restos de la etapa en la que este transporte era gestionado por la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España que se constituyó en 1858 y fue nacionalizada en 1941. Expertos como Miguel Rodríguez Bugarín, catedrático de la Universidad de A Coruña, llamaron la atención en varias ocasiones sobre el valor patrimonial de la arquitectura ferroviaria que se conserva en Monforte.
Una reflexión necesaria
Fermín Avellaneda, investigador y presidente de la Asociación Monfortina de Amigos del Ferrocarril, comparte este criterio, aunque matiza la significación del edificio del antiguo muelle de carga desde una perspectiva patrimonial. «No soy un experto en arquitectura, hablo desde el punto de vista de la antigüedad. Los muelles de carga eran relativamente nuevos, de los años cincuenta del pasado siglo. El tipo de construcción, en bloques de hormigón, no es nada especial», detalla.
«No creo que se pierda mucho en este caso —añada Avellaneda—, pero la reflexión sobre el valor del patrimonio ferroviario me parece muy conveniente». La reflexión a la que alude pone de relieve la ausencia de bienes protegidos en la estación de Monforte. La rotonda del Museo do Ferrocarril, única de esas características en Galicia, debe conformarse con aparecer citada en un catálogo de patrimonio industrial europeo.
«Existe un desconocimiento enorme, a nivel general, del patrimonio ferroviario. Siempre que se pueda, hay que preservar las edificaciones con historia. Solo si están ahí cabrá la posibilidad de ponerlas en valor», dice Luis Blanco, gerente del museo con sede en Monforte. La mediación de Blanco fue crucial para preservar la rotonda cuando se realizaron las obras del puerto seco. Del derribo del edificio del viejo muelle de carga se salvarán, según indica, «la documentación y algún material».
Galicia es una de las comunidades autónomas con menor número de elementos protegidos del patrimonio ferroviario. Solo dos de ellos cuentan con amparo legal, los mismos que en Baleares. En Andalucía, por poner otro ejemplo, ascienden a 21. La declaración del paisaje cultural de la Ribeira Sacra trajo consigo, dentro del municipio de A Peroxa, la protección del puente metálico que atraviesa el Miño en la línea ferroviaria Monforte-Ourense. También está catalogada por Patrimonio, por otra parte, la antigua estación de Vigo-Urzaiz.