La lesión de Luisma y la marcha de Fernando encendieron las alarmas en el Lemos, y de hecho desde el cuadro técnico se valoró la opción de fichar. Pero de la cantera emergió un central con proyección, Nacho Rodríguez Rivero. Esta joven promesa de 19 años debutó en el primer equipo en el partido de la primera vuelta ante el Montañeros, y lo hizo con una asistencia, pero su estreno como titular fue el pasado sábado ante el As Pontes. Repitió el martes ante el San Tirso. Ya son 180 minutos seguidos.
«Nacho estuvo inconmensurable. Es un central con mucha proyección», indica el entrenador del Lemos, Alberto López.
El futbolista, que se formó en el Calasancio desde los 3 años, está encantado de poder jugar en el Lemos. «Para un futbolista da comarca estar no Lemos é o máximo, un orgullo e un pracer. E facelo coa miña idade é incrible», comenta Nacho.
El canterano llegó al Lemos el pasado verano, y ya hizo la pretemporada a las órdenes de Alberto López. Fue clave en la clasificación del Lemos B para la fase de ascenso, y de continuar esta progresión pronto será un fijo en el primer equipo. «O meu obxectivo é continuar aprendendo, adaptarme ao Lemos e gozar. E oxalá poida facelo nunha categoría superior», añade.
Nacho se adapta al perfil del central moderno. Destaca por su salida de balón, es muy técnico y toda una garantía. «Aprendín moito de Ivo, Alami e do meu primo, Guiti», puntualiza.
El joven futbolista está encantado con el apoyo que le está brindando su técnico. «Tanto no meu debú coma nas dúas últimas titularidades, Alberto díxome que saíse tranquilo e que fixese o que sabía. Intentei dalo todo, ao 120%», apunta.
Futuro inmediato
Sobre su futuro, Nacho tiene claro que deberá ayudar al Lemos B a conseguir el ascenso, pero también quiere disfrutar de la segunda fase con el primer equipo. «Xogarei onde me manden. Quero axudar o Lemos B a ascender á Segunda Autonómica, e tamén me gustaría gozar da fase de ascenso á Terceira co primeiro equipo», concluye.