«Son las olimpiadas del motor»

LEMOS

CEDIDA

El objetivo del monfortino es acabar el Dakar y mejorar la posición 53, que logró el año pasado

24 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Comenzó la cuenta atrás para Eduardo Iglesias, que este domingo emprende viaje rumbo a Arabia Saudí, país en el que disputará su tercer Dakar, la prueba de motor más importante del mundo. El monfortino, de 42 años, afronta este reto con ilusión y con un objetivo claro: acabar el rally y mejorar el puesto 53 del año pasado.

—¿Qué sensaciones tiene?

—Las sensaciones son buenas. Estoy deseando que llegue el 2 de enero, día en el que empieza el rally. He trabajado todo el año para esta prueba, y tengo que decir que todo está bien y voy más preparado que en las dos ediciones anteriores.

—Muchos kilómetros de entreno.

—Fueron 10.000 kilómetros de entrenamiento durante este 2021, a los que hay que añadir los 8.000 kilómetros del pasado Dakar.

—Usted llega ya a este Dakar como una de las referencias.

—Yo afronto este Dakar sin presión. Es verdad que siempre estás algo nervioso, pero al ser mi tercera prueba ya sé a lo que me enfrento. No tengo que demostrar nada. Este año estreno nueva moto. Es el mismo modelo, es decir, una KTM 450 Rally, pero el hecho de ser nueva es toda una garantía de fiabilidad. Compito con el equipo Joyride.

—¿Cuál es su objetivo?

—Sigue siendo el de llegar a la meta, es decir, de acabar el rally, y después me gustaría mejorar la posición del año pasado —acabó en el puesto 53 y en su debú hizo un 94—.

—¿Hay mucha diferencia del trazado de este año al anterior?

—No se repetirá nada, salvo el kilometraje, que es más o menos el mismo. Es verdad que en cuánto a características, las etapas son semejantes, y de hecho comentan que habrá más dunas.

—¿Habrá momentos duros?

—Sí, momentos duros siempre los hay. Es una disciplina y una prueba en la que tienes que saber gestionar la cuestión psicológica, que es algo que no trabajé tanto como el apartado físico. Habrá momentos de tensión, porque siempre hay alguna avería y algún golpe. Para afrontar una prueba de estas características tienes que ir muy bien preparado tanto en lo físico como en lo mental.

—¿Qué presupuesto maneja este año?

—Es muy similar al de la primera edición. Estamos hablando de unos 80.000 euros.

—¿Cómo lo financia?

—Esto es el trabajo de todo un año. Y la verdad es que tengo que dedicarle mucho tiempo a reunirme con patrocinadores y con las administraciones, además de trabajar, porque y no vivo del motociclismo. Y ese tiempo me gustaría dedicarlo a entrenar más, sobre todo en el apartado psicológico, pero es lo que toca. Si uno quiere cumplir el objetivo tiene que buscar recursos, además de rascarse el bolsillo.

—¿Cómo resultó esta tarea de recaudar?

—Más complicada que los dos años anteriores. Quiero destacar también que en esta ocasión cuento con patrocinadores de fuera de Monforte.

—¿Se siente reconocido por los monfortinos?

—La gran mayoría sí valora el esfuerzo que hago para estar ahí en el Dakar, y después habrá otro grupo que no le dará la importancia que tiene. El Dakar son las auténticas Olimpiadas del motor. Me siento apoyado, querido y respaldado, porque son muchos los monfortinos que me paran por la calle y me desean suerte.

—¿Cuál es su hoja de ruta?

—Me voy el lunes, pernocto en Barcelona, y desde ahí salimos en vuelo chárter hacia a Arabia. Después vienen las verificaciones en Jedah, desde donde nos desplazamos 800 kilómetros a Ha'il. Y aquí comenzamos la primera etapa.