El último gran traspaso del Lemos

luis conde MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ALBERTO LÓPEZ

El club monfortino recibió 5.000.000 de las antiguas pesetas por el pase de David Pérez al CD Lugo

22 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Fue en la temporada 97/98. A escasas semanas de la Navidad, el Club Lemos dio luz verde al traspaso de su futbolista, David Pérez, al CD Lugo. Esta operación dejó en caja la nada despreciable cifra de 5.000.000 de las antiguas pesetas, una circunstancia que alivió la frágil economía de la entidad. Los artífices de aquella operación fueron el entonces gerente, José Antonio Díaz, y el secretario, José González Pousa. Eso sí, con el visto bueno del antiguo presidente, Manolo Ferreiro.

Una noche de invierno de aquella temporada, el entonces presidente del CD Lugo, Eliseo Corral, llamó por teléfono a David Pérez, mostrándole su interés por ficharlo. Ambos concretaron una cena, que se celebró en A Rúa, lugar de residencia del jugador. En ese encuentro participaron el delantero, su padre y sus hermanos, mientras que por parte del CD Lugo estuvieron presentes Corral y el entrenador, Gonzalo Edrosa. Los dos insistieron en ficharlo en el mercado de invierno.

A partir de ahí, el futbolista contactó con su entrenador en el Lemos, Jesús Mari Fuertes, para informarlo de la situación. «Recuerdo que me dijo, eres bueno. Lárgate», señala David Pérez. Necesitaba un intermediario, y el presidente del Verín, Juan Francisco, que era amigo de Fuertes, lo puso en contacto con un intermediario portugués, João Pires.

El luso se presentó en A Rúa, comunicándole la oferta del CD Lugo. Era por tres temporadas y el montante económico superaba las expectativas iniciales con las que contaba el futbolista. «Cuando me trasladó la oferta flipé. Recuerdo que en el Lemos cobraba 75.000 pesetas y 50.000 ya se me iban en gasóleo, pero la oferta del Lugo era mareante», añade Pérez.

Reunión con el Lemos

Después de estos movimientos, el jugador y su representante se reunieron con los directivos del Lemos. Fue en el local social del Luis Bodegas. Con ellos compartieron mesa José Antonio Díaz y José González Pousa. «Para nós a marcha de David Pérez era un pao, porque se convertera nun xogador de referencia, pero todo era vendible. Despois de falar e negociar, ciframos a operación en 5.000.000 das antigas pesetas, e coido que nos quedamos curtos, porque Pires aceptou», indica José Antonio Díaz.

En esa reunión se acordó la forma de pago, que sería a través de talón, pero con 1.000.000 de pesetas en efectivo. Eso sí, los dirigentes lemistas pusieron una condición. «Puxémoslle como condición que tiñan que vir avalados por un banco», asegura Díaz.

Al día siguiente apareció João Pires con los talones, pero la sorpresa para los lemistas fue que venían sin avalar. «O que pretendía o representante era levalo para o CD Ourense, que daquela presidía Atanes. Pero nós non os aceptamos, polo que volveu a Portugal, e ao día seguinte apareceu cos talóns correctamente avalados», señala Díaz.

La negociación se cerró en el Banesto. Aquí intervino el abogado monfortino José Carlos Pérez Vázquez, que participó en la redacción del contrato. Ahí, ya se concretó todo, y David Pérez inició su aventura en el CD Lugo. Las arcas del Club Lemos quedaban más aliviadas. «Foi unha inxección económica importante, porque había pouco que acabábamos de coller o Lemos con 14 futbolistas de Vigo e nunha situación difícil», recuerda el exgerente.

David Pérez había llegado al equipo monfortino a principios de la temporada 96-97 de la mano de Fuertes, que seguía su trayectoria desde hacía varias campañas. «Me vino a ver varios partidos y quedó sorprendido con mis actuaciones. Por eso se interesó por mi y me trasladó una oferta que no pude rechazar. Fichar por el Lemos significaba jugar en Terceira División, y eso era lo máximo para un chico coma yo de tan solo 19 años», afirma David Pérez.

En esa temporada y media que estuvo en el Club Lemos, el delantero marcó la diferencia, contribuyendo a la buena marcha del equipo. Además, dejó huella en una afición, que, sin duda, llegó a idolatrarlo. Es más, el futbolista de A Rúa volvió en una segunda etapa, en la que jugó la fase de ascenso a Segunda B.