Nicolás Gómez: «Me gusta venir aquí, ya me siento casi gallego»

F. A.

LEMOS

Roi Fernández

El pequeño Nicolás llamó la atención de los asistentes a la romería monfortina

22 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Entre las muchas personas que asistieron ayer a la tradicional romería monfortina de San Mateo llamó la atención la presencia de Francisco Nicolás Gómez Iglesias -conocido como el pequeño Nicolás-, el célebre joven madrileño que afirma haber trabajado como espía y asesor de la vicepresidencia del Gobierno. Acudió a la romería por invitación del monfortino Carlos Somoza, directivo de la empresa de seguridad Alcor, quien trabó amistad con él hace algún tiempo por el hecho de haber tratado profesionalmente con un familiar suyo. El pequeño Nicolás se fotografió con numerosos romeros y declaró ser un gran aficionado a Galicia, que ha visitado ya en múltiples ocasiones. «Me gusta mucho venir aquí, conozco cada vez mejor la Ribeira Sacra y muchas otras partes de Galicia y ya empiezo a sentirme gallego», afirmó.

Como es tradicional, los trabajadores de Alcor celebraron la fiesta en un espacio propio en el que se reunieron cerca de cuatrocientas personas. Por este recinto también pasó el antiguo presidente provincial del PP, José Luis Iravedra. Mientras llegaban a la romería estos y muchos otros visitantes, en el campo de la fiesta se ofrecía una sesión vermú a cargo de las orquestas Breixa Band y D’Momento, que también se encargaron más tarde de animar la verbena.

Jornada de confraternización

Los empleados de Alcor no fueron los únicos que aprovecharon el festejo para disfrutar de una jornada de confraternización. Lo hicieron también los trabajadores de otras empresas, socios de cooperativas, miembros de entidades deportivas, de asociaciones de voluntariado y otros colectivos, así como grupos de vecinos de la misma parroquia -como la de O Chao do Fabeiro, identificada con un cartel-, de familiares y de amigos. Mesas montadas directamente al aire libre, protegidas por toldos o colocadas en el interior de camiones y furgonetas sirvieron de punto de encuentro para muchos participantes, pero también fueron muy numerosos los que optaron por reunirse en los típicos puestos de pulpo y churrasco.