La generación que ganó la copa Galicia

luis conde MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ARCHIVO FOTOGRAFICO DE JUAN JOSE CORUJO CASTRO

Exfutbolistas del Club Lemos de los sesenta celebraron el sábado su cena de confraternidad anual

28 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A punto de cumplir un siglo de existencia, el Club Lemos sigue manteniendo su cita con la historia. Este fin de semana, más de una veintena de exfutbolistas del equipo monfortino de la pasada década de los sesenta compartieron mesa y mantel en un restaurante de la ciudad. Este es el quinto año que se celebra este encuentro, en el que aprovechan para recordar pasajes de su brillante etapa como jugadores de uno de los clubes históricos del fútbol gallego.

En esta cena estuvieron presentes los siguientes exfutbolistas: Troncoso, Pallín, Garrincha, Sopas, Gonzalo, Miguel, Chato, Domingo, Cervera, Lis, Caíto, Díaz, Lillo, Corujo, Suso, Rajo, David, Mosquito, Mecho, Roberto, Torres, Moncho, Fraga, Gay, Morán y Kiko. Fue una velada agradable, en la que no faltaron las típicas bromas que recordaban las anécdotas del vestuario en su época en activo.

Uno de los promotores de esta cita, el exportero lemista, Juan José Corujo, recuerda la importancia que tuvo el Club Lemos en la Ribeira Sacra y en Galicia. «En aquellos tiempos la gente tenía mucha ilusión por jugar en el Club Lemos. A los futbolistas de casa no nos importaba el dinero, y de hecho cobrábamos menos que los que venían de fuera, pero era un sueño fichar por el equipo de nuestra ciudad», comenta Corujo.

Precisamente, uno de los temas de conversación fue ese. Tampoco olvidaron los desplazamientos. «Viajábamos con la empresa autocares Méndez, y para llegar a Vigo tardábamos entre tres y cuatro horas. Eso sí, íbamos despacio pero seguros», añade.

Estos futbolistas marcaron una época brillante en la historia del Club Lemos. Fueron los que conquistaron la copa Galicia para la entidad monfortina. Su rival en la final del torneo fue el Turista. En el partido de ida, estos exjugadores se impusieron por 0-1 y en el de vuelta en Monforte, los noventa minutos acabaron con el mismo resultado a favor de los vigueses. «Fuimos a la prórroga, y ahí marcamos el gol del empate, resultado que nos dio el título. Fue espectacular», dice Corujo. Celebraron esta copa como si fuera ahora la Champions.

La rivalidad con el Lugo y con el Ourense era intensa. Esos derbis despertaban mucha expectación. Eran partidos que todos los futbolistas querían disputar. Al finalizar la cena del sábado, los comensales ya se volvieron a citar para el próximo año. Esperan que se añadan más.