Despedida por no conseguir salir de su chabola

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

CARLOS CORTÉS

La Xunta empieza a cortar la Risga a los vecinos del poblado de As Lamas y una de ellas pierde su empleo por ello

11 jul 2018 . Actualizado a las 22:35 h.

Las familias que viven en las chabolas de As Lamas están empezando a perder la renta de integración social de Galicia (Risga), el salario que paga la Xunta a las personas que carecen de los ingresos mínimos para vivir. La Administración gallega se lo está retirando porque viven en chabolas, y no en casas de verdad. Esta medida ya está trayendo consecuencias concretas, alguna de ellas sorprendente. Una de las vecinas del poblado de chabolas de As Lamas había sido contratada por el Ayuntamiento de Monforte dentro de un programa de integración laboral de los perceptores de la Risga. La Xunta le quitó en junio el derecho a cobrarla y el Ayuntamiento acaba de despedirla.

La mayoría de los adultos en edad laboral que viven en el único barrio de chabolas de Monforte son, o eran, perceptores de la Risga. La Xunta ya había amenazado con retirársela a todos en el 2016, pero el Ayuntamiento de Monforte presionó para que pudiesen seguir cobrándola y en paralelo puso en marcha un programa para tratar de recolocar en casas y pisos a las más de veinte familias que entonces vivían allí. Ese programa dio resultado solo parcialmente. En estos momentos, siguen en esas casas de tablones de madera catorce familias. Otras siete están viviendo de alquiler en diferentes lugares de Monforte.

Quienes viven en As Lamas son gitanos y viven en chabolas. Les resulta realmente difícil encontrar quien les alquile una casa. Las siete familias que consiguieron encontrar quien les alquilase una vivienda lo hicieron asesoradas por una educadora social pagada por el Ayuntamiento que trabajó con ellos durante un año.

Desde el 2016 se mantenía un cierto acuerdo tácito entre la Xunta y el Ayuntamiento y nadie en As Lamas había dejado de cobrar por no haber encontrado una vivienda en buenas condiciones. Hasta este mes de mayo, cuando los afectados empezaron a recibir cartas de la Consellería de Política Social que les anunciaban que ya no cobrarían más.

La lista, de la propia Xunta

«La Xunta se quita el problema de encima y se lo traslada a los ayuntamientos», se lamenta Gloria Prada, la concejala de Servizos Sociais. En el caso de la mujer recién despedida, fue la Xunta la que comunicó al Ayuntamiento que ya no tenía derecho a la Risga y que por lo tanto tampoco debía seguir en ese puesto. Esos contratos están financiados por la administración autonómica, así que los responsables municipales consideran que no tenían más remedio que acatar esa decisión y despedirla. Eso sí, no esconden su asombro. «Nuestros servicios sociales no intervinieron en la confección de la lista de las personas que teníamos que contratar -afirma Gloria Prada-, fueron los de la Xunta».

Las normas que regulan el pago de la Risga dicen que los beneficiarios tienen que tratar de salir de la situación en la que se encuentran y encontrar un trabajo o una vivienda, en caso de que no tengan. Hasta el 2016 no se aplicaba esta cláusula a los chabolistas, al menos no a los del poblado de As Lamas. A la concejala de Servizos Sociais de Monforte le parece indefendible aplicar esta dureza. «Se trata de gente con un estigma social a la que es muy difícil que un arrendador les alquile una vivienda».

«Cuando llamo buscando piso, a veces ya digo desde el principio donde vivo, por no molestar»

Soledad dos Santos tiene 41 años y vivió hasta los 15 en centros de menores. Cuando salió, se propuso acabar la EGB y lo consiguió. Después la ESO, y con 34 años también la terminó. Encontrar quien le alquile un piso a ella y a su marido le está resultando más difícil.

-¿De qué van a vivir ahora?

 -Supongo que de los globos [ella y su marido solían vender globos por la calle en las fiestas que se celebran en Monforte]. A ver si nos aún nos queda alguno, porque si no, no sé si tendremos con qué comprarlos.

 -¿Sus hijos no los pueden ayudar?

-A mi hijo de 21 años le quitaron la Risga en mayo. A mí hija de 20 se la empezaron a pagar en junio, pero no la llaman para contratarla en el Ayuntamiento.

-¿Cuánto cobraba?

-Por la Risga me pagaban 478 euros al mes. El sueldo en la brigada de obras del Ayuntamiento era de unos 1.000 euros, pero empecé a trabajar el 26 de junio y me mandaron al paro el 2 de julio. En la entrevista de trabajo que me hicieron saqué buena puntuación en cuatro apartados distintos.

 -¿Han intentado encontrar piso?

-Claro. Hasta fuimos alguna vez con una médico del hospital que me conoce a ver a gente que los alquila con una, pero ni así. En cuanto les digo donde vivimos empiezan los problemas, que tenemos que tener contratos, un aval bancario... Cuando llamo por teléfono buscando pisos, a veces ya digo dónde vivo nada más empezar, por no molestar.