¿Por qué es importante dar un aviso tras un ataque de lobos al ganado?

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

LEMOS

Carlos Castro

Comunicar una incidencia a la Xunta sirve para esclarecer qué animal ha causado el daño

01 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A veces, tras un ataque de lobos al ganado, al lamento por el daño sufrido se le añade un comentario de que no se efectuará un aviso por lo ocurrido. Hay quejas por la lentitud del procedimiento o por la escasez de la cuantía económica; pero es bastante evidente que el ganadero que efectúa un aviso tras un ataque tiene unas posibilidades que se le cierran al que no informa de lo sucedido.

¿Qué consecuencia tiene la decisión de dar un aviso tras un ataque?

En primer lugar, porque así se esclarece si el ataque ha sido cometido realmente por un lobo. En algunos casos, tras los daños al ganado están perros abandonados. El aviso del ganadero afectado al 112 deriva en una visita de agentes de Medio Ambiente, cuya inspección acaba por determinar qué animal fue el que realizó el ataque.

¿Cuánto se tarda en reaccionar tras un aviso en estos casos?

El autor de esta información y el fotógrafo acompañaron en días pasados a tres agentes de Medio Ambiente del distrito de Vilalba en una mañana en la que acudían a inspeccionar, tras un aviso del que se había informado a última hora de la tarde del día anterior. En unas tres o cuatro horas, en el 80 por ciento de los casos, se suele llegar al lugar de los hechos para realizar las comprobaciones, según explica José Antonio Pérez Alvite, agente destinado en Vilalba. No es raro que mientras llegan al lugar donde se ha registrado el ataque, contacten por teléfono con el ganadero afectado para comprobar que están siguiendo el camino correcto.

¿Se toma alguna medida si la visita no se puede realizar con rapidez?

Si los agentes, tras un aviso de la tarde anterior, no pueden acudir al lugar del ataque la mañana siguiente, aconsejan al ganadero que el animal o los animales afectados por los daños permanezcan tapados con un plástico. Así se evita que sufran otros ataques: podrían acercarse jabalíes, buitres o cuervos, que contribuirían a que las huellas del primer ataque quedasen más diluidas y a que la inspección tuviese menos elementos de ayuda.

¿Hay alguna zona más afectada que otras en la Terra Chá?

Los municipios de la zona norte, con unas parroquias a cierta altitud y con ganado en el monte -Abadín, Muras, Vilalba, Xermade-, están más expuestos que otros. Incluso dentro de un mismo municipio, de unos meses a otros, puede variar la situación, según explican los agentes de la Xunta encargados de inspeccionar los daños: en Vilalba, por ejemplo, se dan últimamente ataques en parroquias como San Simón da Costa, Samarugo o Corvelle, mientras que hace meses no eran raros en la de Vilapedre.

¿Hay malestar entre los dueños de animales que sufren ataques?

Hace varias semanas, vecinos de parroquias vilalbesas como Goiriz, Corvelle o Samarugo mostraron su preocupación por ataques al ganado, hasta el punto de comentar la posibilidad de efectuar batidas. En esta época del año no son raros los ataques de lobos, ya que las crías tienen pocos meses de vida y hacen falta alimentos. Por otro lado, no todos los ganaderos reaccionan igual tras un ataque: en la visita realizada con agentes de la Xunta a San Simón da Costa, el dueño de las cabras atacadas, Misael Cuba Cendán, mostró una actitud tranquila, algo que el personal de la administración comentó tras la inspección; otros, en cambio, están más nerviosos o más crispados, según reconocen los agentes.

¿Se ha autorizado alguna batida tras ataques en los últimos tiempos?

Sí. En A Pastoriza se llevó a cabo una hace alrededor de un año, después de que se registrasen reiterados ataques: tenían lugar cerca de casas, y el ganado ovino era el más afectado por esas incursiones. En la batida no se mató ningún lobo, pero algún efecto parece haber causado: en los últimos tiempos, no hay constancia de ataques, por lo que se supone que el animal o los animales se desplazaron a otra zona.

¿Qué medidas deben tomar los ganaderos además de avisar?

Comprar perros mastines o instalar pastores eléctricos para cerrar las fincas son medidas que aumentan la protección. «Todo axuda», afirma Isabel Vidal, agente de la Xunta.