Pantón y Ribas de Sil, los puntos negros del mapa de daños del jabalí

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNÁNDEZ

El 15% de la superficie de siembra estaría «inutilizable» en las zonas afectadas

01 mar 2018 . Actualizado a las 22:14 h.

Las zonas de cultivo agrícola también tienen sus puntos negros. Se localizan en función de los daños causados por las incursiones del jabalí, que en el sur lucense están afectando de forma muy especial a los municipios de Pantón y Ribas de Sil. El sindicato Unións Agrarias trabaja en una valoración de daños y pone sus servicios jurídicos a disposición de los afectados por si procede adoptar medidas legales contra los cotos de caza. El responsable del área de desarrollo rural del sindicato, Jacobo Feijoo, asegura que en algunos lugares la situación está «totalmente fóra de control».

Jacobo Feijoo valoró ayer en Monforte junto con el responsable comarcal de Unións Agrarias, Mariano López Nieves, el repunte a su juicio «anómalo» de las incursiones de los jabalíes en los terrenos ahora recién sembrados. El sindicato se teme lo peor cuando llegue la campaña del maíz. «O normal ata de agora era que ao rematar a tempada de caza houbese unha especie de tregua. Pero este ano non só non a houbo, senón que os danos van en aumento nesta época», apunta Feijoo.

No es un deporte

Unións Agrarias censura la falta de respuesta de la administración, pero también la «inhibición» que aprecia en muchas asociaciones cinegéticas. «A caza non é so un deporte, é tamén unha ferramenta de xestión de especies que poden ser moi prexudiciais. A xente que non traballa no campo non ten conciencia da dimensión do problema que está a causar o xabaril», sostiene el responsable de desarrollo rural del sindicato. De acuerdo con sus estimaciones, en torno a un 15% de la superficie destinada a siempre estaría «inutilizable» por esta causa en las zonas más afectadas.

El posicionamiento del sindicato se produce en un contexto de incremento gradual de los daños causados por la caza mayor y especialmente por el jabalí. La pasada vendimia, las bodegas de Ribeira Sacra hicieron por vez primera un llamamiento a la realización de batidas en las zonas de viñedo. Para Unións Agrarias, el problema de fondo es que el modelo de control de estas poblaciones no funciona.

«Fanse vedados que serven de refuxio para á caza lindando con zonas onde hai cultivos agrícolas e os cazadores van adestrar os cans ao monte en vez de facelo nos sitios dos que hai que espantar eses animais», critica Jacobo Feijoo.

Una situación límite que acabará en denuncias si no lo evitan los cazadores

A dos meses vista de la campaña del maíz, Unións Agrarias reclama medidas urgentes para atajar el «descontrol» de las poblaciones de jabalí en amplias zonas del sur lucense. Mariano López Nieves sostiene que las quejas son «xeneralizadas» en parroquias como Torbeo (Ribas de Sil) o San Vicente de Castillón (Pantón). Hasta el punto de que el sindicato puso su asesoría jurídica a disposición de los agricultores para que actúen contra las asociaciones cinegéticas si es preciso.

«Non queremos ter que chegar a eses extremos, pero a situación é moi grave e se non hai solucións vai haber casos que rematen nos xulgados», señala López Nieves.

Los responsables de Unións Agrarias consideran que los planes cinegéticos de los cotos de caza establecen un cupo de capturas por temporada que están muy lejos de las poblaciones de jabalíes realmente existentes en sus terrenos cinegéticos.