Murciélagos con fobia hacia las rejas

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

DAVID A. GRAÑA

El plan de protección de los quirópteros de la Cova das Choias debe adaptarse a las peculiaridades de una especie singular

11 nov 2016 . Actualizado a las 21:43 h.

En A Pobra do Brollón aún no se sabe cuándo podrá materializarse el plan de protección de las colonias de murciélagos de la Cova das Choias que pretenden llevar adelante la comunidad de montes del pueblo de Biduedo, la asociación Drosera y el Ayuntamiento. El proyecto está a la espera de recibir una ayuda que fue solicitada a la Consellería de Medio Ambiente y que todavía no ha llegado. «Esperabamos que a subvención xa estivese dispoñible para esta época do ano, pero aínda non temos noticias», señala el biólogo Roberto Hermida, de la referida asociación.

Lo que sí se puede asegurar es que el cierre de la cueva no se llevará a cabo construyendo una reja que cubra toda la entrada. Los expertos consideran que esa medida sería contraproducente para una de las dos especies presentes en la cavidad, a las que precisamente se pretende proteger. Se trata del murciélago de cueva (Miniopterus schreibersii), que -según se ha verificado en otros lugares- no soporta las rejas aunque en teoría sea capaz de atravesarlas sin problema, como otras especies de quirópteros.

En otras cuevas protegidas, según explica Hermida, el acceso al interior se cerró tapando completamente la entrada con rejas diseñadas de tal forma que entre los barrotes haya espacio suficiente para permitir el paso de los murciélagos, cuyo sofisticado sistema de orientación mediante ultrasonidos hace prácticamente imposible que colisionen con cualquier objeto en pleno vuelo. Pero este método no funciona con los murciélagos de cueva, a los que que por alguna razón -quizá relacionada con su tipo de vuelo rápido- no les gustan nada las rejas. El biólogo de Drosera señala que en una gruta de Soria hubo que retirar hace tiempo una reja instalada para proteger una colonia de esta especie porque se comprobó que la población caía en picado. «Unha vez que quitaron a reixa, a colonia recuperouse con moita rapidez», agraga Hermida. Este problema no existe con el murciélago grande de herradura (Rhinolophus ferrumequinum), otra especie de singular valor medioambiental que también se refugia en la cueva.

Valla perimetral

La solución por la que se ha optado en la Cova das Choias consiste en construir una valla perimetral que cierre el acceso a la cavidad, pero que esté situada a cierta distancia de su entrada. La estructura tendrá suficiente altura para impedir el paso de las personas, cuya presencia incontrolada en la cueva altera el comportamiento de los murciélagos y puede acarrear la desaparición de la colonia. Al mismo tiempo, permitirá mantener totalmente abierta la boca de la cueva y garantizar el paso libre de todos estos animales. La intervención está presupuestada en unos 5.000 euros.

Un tipo de fauna aún poco estudiado en el sur lucense

La Cova das Choias es considerada por los biólogos como uno de los principales refugios de murciélagos del sur lucense, debido a la presencia simultánea de dos especies -las mencionadas Miniopterus schreibersii y Rhinolophus ferrumequinum- que sufren actualmente un serio declive en diversas regiones del continente. Pero Roberto Hermida puntualiza que este territorio puede albergar otros enclaves de interés para la conservación de los murciélagos que aún no han sido identificados.

El investigador señala que la asociación a la que pertenece, debido a la escasez de medios económicos, todavía no pudo estudiar en profundidad las poblaciones de murciélagos del sur de la provincia. Una excepción es la sierra de O Courel, donde Drosera se esforzó especialmente a causa del gran valor que tiene este territorio en ese aspecto. Hermida señala que entre esta sierra y la de Os Ancares se ha documentado la presencia de veintiuna de las veinticuatro especies de quirópteros que están catalogadas en toda Galicia.

Exploración de minas

Pero en otras partes, como sucede en el valle de Lemos y el entorno del cañón del Sil, las observaciones hechas sobre el terreno son hasta ahora mucho menos numerosas y los conocimientos sobre la situación actual de sus poblaciones de murciélagos, por consiguiente, son considerablemente más limitados. Hermida indica a este respecto que su asociación tiene pendiente el estudio de varios lugares que pueden albergar colonias muy pobladas de estos animales, como las antiguas minas de Freixo, en Monforte, y algunas otras del municipio de O Incio. En cuanto al cañón del Sil, se han realizado algunas investigaciones en ciertos puntos -sobre todo en la margen orensana, donde se localizó alguna población importante-, pero todavía falta por llevar a cabo un estudio general.

La asociación Drosera, que surgió en Lugo y tiene actualmente su domicilio social en el municipio coruñés de As Pontes, trabaja desde el 2004 en la investigación y la conservación del medio natural gallego. En el 2008, con el apoyo de la Fundación Barrié de la Maza, puso en marcha el proyecto Morcegos de Galicia, que comprende la elaboración de un censo general de las poblaciones gallegas de quirópteros. Este trabajo se encuentra aún en curso de realización. La iniciativa incluye además numerosas actividades divulgativas acerca del valor ambiental de los murciélagos y de su importancia para la agricultura.