Algo más creativo
Llega la hora de la foto para el reportaje, en un viñedo próximo, con el extraño puente que cruza el Miño de fondo. De camino, pregunta por las distintas variedades de vides que salen a su paso, por su antigüedad, por lo que aporta al vino cada una de ellas. «Es un cambio fuerte y todavía estoy aprendiendo. Pero necesitaba hacer algo más tangible, más creativo. Las finanzas son un mundo demasiado abstracto», comenta Zach. Londres, insiste, «es una ciudad fenomenal». Pero está convencido de que sale ganando con la mudanza. «Aquí estoy feliz. A mi edad, no podía esperar mucho más si quería hacer un buen vino», dice de regreso a la bodega.