Los pinos se polinizan gracias al viento, lo que deja estos días estampas curiosas en las zonas con grandes plantaciones
14 abr 2015 . Actualizado a las 15:53 h.Tejados, coches aparcados en la calle, ríos... todo tiene a teñirse de amarillo estos días de primavera. Es una de las consecuencias de la floración de los pinos, que estos días además está proporcionando estampas peculiares y vistosas en los ya espectaculares paisajes de la Ribeira Sacra. No por la campaña de polvillo amarillo que se ve por todas pares, sino porque estos días es posible ver cómo se forman auténticas nubes de polen en determinadas zonas.
Este fin de semana, el fenómeno resultó especialmente vistoso por ejemplo en el cañón del Sil y en el tramo del río Miño más próximo a Os Peares. No hacía falta acercarse mucho, porque además este fenómeno se aprecia mejor a distancia. Los propios automovilistas que circulaban por la N-120 en la subida al alto de Guítara desde Os Peares pudieron ver las polvaredas amarillas que sobrevolaban las masas de pinos de la otra orilla del río, el la ribeira de Carballedo.
Este tipo de espectáculos solo son posibles en áreas de gran concentración de especies arbóreas de polinización por anemofilia, que es la denominación científica para la dispersión del polen mediante el viento. este método solo es eficaz en los casos de poblaciones vegetales con una sola especie o con muy pocas. En el caso de los árboles que crecen dispersas entre ejemplares de otras especies distintas, lo habitual es que la fertilización se produzca a través de los insectos o de otros animales, capaces de distinguir los ejemplares de especies determinadas y de transportar el polen de unos individuos a otros.