Los trabajadores de la piscina municipal dejaron de percibir sus nóminas el pasado mes de julio. Desde entonces, son cinco las mensualidades pendientes. Una fue abonada por orden de la administradora judicial, a instancias del alcalde, para parar la última amenaza de huelga. Dado que el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) cubre un máximo de cuatro, la plantilla no tiene garantías de pago a partir del 31 de diciembre si el juzgado de Ourense no libera otra nómina. Ese día finaliza el último plazo para que el alcalde encuentre una solución.
Severino Rodríguez insiste en que la fórmula más ventajosa para el Ayuntamiento y los trabajadores sería la subrogación del contrato ahora vigente. La rentabilidad de la piscina municipal de Monforte parece clara. Pero está por ver el alcance de la deuda que heredaría del Grupo Pazos -en concurso de acreedores- la empresa que se hiciese cargo de las instalaciones.
Aplazamiento complicado
De las seis firmas que se interesaron por esta posibilidad, parece ser que hay tres que están dispuestas a llegar hasta el final. El alcalde tiene previsto negociar con la administradora judicial a partir del lunes para que alguna de estas empresas puede tomar las riendas de las instalaciones de A Pinguela sin necesidad de ir a otro concurso. De lo contrario, será complicado aplazar nuevamente el cierre.