Así llevaban vino a Lugo los arrieros

La Voz MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

CARLOS RUEDA

Una ruta de senderismo entre Quiroga y Folgoso do Courel sigue el camino de los comerciantes que llevaban a Lugo el vino de Valdeorras

20 jun 2017 . Actualizado a las 13:24 h.

Los arrieros que llevaban a Lugo el vino de las bodegas de Valdeorras atravesaban las montañas de O Courel. Utilizaban el que todavía hoy se conoce como Camiño dos Arrieiros, un itinerario entre parajes de salvaje belleza natural entre los municipios de Quiroga y Folgoso do Courel que todavía hoy es posible recorrer a pie. «Viñan de terras ourensás da comarca de Valdeorras», cuenta Miguel Lemos, un vecino de Ferramulín que recuerda haber oído la descripción de esa ruta a los más ancianos de la aldea. Miguel Lemos cuenta que los arrieros entraban por Oencia, en la provincia de León, y subían por la Serra dos Cabalos hasta el alto de Lastredo, con sus mulos y caballos cargados de vino en pellejos y cántaro. A partir de ese alto podían seguir por dos caminos: uno hacia A Seara y otro hacia Ferramulín. En cualquiera de estos dos lugares se detenían a herrar sus monturas y continuaban hacia Hórreos, donde hacían noche en un mesón. A la mañana siguiente, reiniciaban camino hasta la aldea de As Cruces, avanzaban por Visuña hasta Seoane do Courel y desde allí seguían hasta Paderne. Después tenían que continuar hasta Samos para desde allí tomar dirección a Lugo. La ruta de senderismo que se basa en aquel trayecto comercial empieza en la entrada de Ferramulín nada más cruzar el puente sobre el río Selmo, por un camino que parte a la derecha de unas viviendas y a la altura de la capilla. Nada más pasar por debajo del corredor de la última vivienda, el camino pasa con una subida suave al lado de A Fonte de Ancada y se interna en el souto de la aldea. Entre los árboles, el itinerario pasa por O Rigueiro da Pedra, O Lameiro y, ya fuera del souto, hay que seguir por el que los lugareños llaman Camiño do Cepo Queimado. En el kilómetro uno y a la altura de una antigua cabana, sale a la derecha un camino que daba acceso a un grupo de estas construcciones agrícolas de piedra usadas para el almacenaje de hierba y a varios prados hoy abandonados. Más adelante cruzaba el arroyo de O Aceval y continuaba paralelo al cauce, bordeando el Pico do Penouco. Este tramo está hoy cerrado por la maleza. Las mejores vistas de O Courel Hay que seguir por la pista principal en un ascenso que se hará más acusado a medida que avanza la ruta. Os Chantois, O Aceval, Aira Vella y A Rastrella Vella, son las curiosas denominaciones de los lugares por los pasan los caminantes a medida que ascienden. El punto más elevado de la ruta es Lastredo de Mazales, en las proximidades del alto de A Golada. Durante todo este tramo, las vistas panorámicas son realmente espectaculares, posiblemente unas de las mejores de todo O Courel. Tras superar una fuerte pendiente de casi quinientos metros en apenas cuatro kilómetros, el recorrido alcanza el kilómetro 3,7. En ese punto aparece un cruce de pistas en el que hay que tomar la de la derecha, hacia A Golada y A Seara. El descenso es suave y se hace prácticamente por la cresta de esta zona de la sierra. Se hace algo más acusado en los últimos quinientos metros hasta llegar a la carretera que lleva A Seara. Doscientos metros antes hay un mirador situado en un punto estratégico sobre el valle y la aldea de A Seara. En el kilómetro 6,5 es preciso salir a la carretera que lleva de A Cruz de Outeiro hacia A Seara, torcer a la derecha y caminar un kilómetro para entrar en este último pueblo. Para regresar o continuar hasta Ferramulín, la mejor opción es continuar por la carretera que lleva a esta localidad, distante 4,5 kilómetros. Una ruta de alta montaña con una dificultad alta y que se puede realizar también en todo terreno y bicicleta de montaña Desde Quiroga o Seoane La aldea courelá de Ferramulín está a 32 kilómetros de Quiroga, por la carretera de Cruz de Outeiro y A Seara; y a 20 kilómetros de Seoane do Courel, por Esperante y Visuña.