Anuncia en una carta que la medida seguirá «las próximas campañas»
13 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Cambio de ciclo en Ribeira Sacra. Motor de la denominación de origen en términos cuantitativos, Rectoral de Amandi echa ahora el freno de mano. La bodega del grupo Vinos y Bodegas Gallegas, fundada a finales de la pasada década de los ochenta por el fallecido empresario Manuel Vázquez Arnoya, adaptará a partir de esta cosecha su producción a una demanda que sufre las secuelas de la crisis. Muchos de sus proveedores habituales recibieron una carta en la que se les invita a buscar otros clientes si quieren vender la uva.
La carta de Rectoral de Amandi -a la que tuvo acceso este diario- está llegando a cosecheros de diferentes puntos de la Ribeira Sacra a los que compraba regularmente su producción. El texto es el mismo en todos los casos. La bodega explica a sus proveedores que se ve en la necesidad de tomar esta decisión al ver desbordada su «capacidad de almacenamiento» tras el «esfuerzo por el fomento de la actividad» que ha llevado a cabo en estos años.
«Desde hace años nuestra bodega ha hecho una apuesta fuerte por el desarrollo y mantenimiento de la denominación a la que ambos pertenecemos, acometiendo importantes inversiones que mejoraron la calidad de nuestros productos y adquiriendo uva de nuevos proveedores de la zona, entre los que usted de encuentra, en un constante esfuerzo por el fomento de una actividad, de un producto y de un origen que todos compartimos», recoge textualmente la misiva.
Vías alternativas
«Como consecuencia de lo anterior -prosigue- hemos superado nuestra capacidad de almacenamiento de producto, obligándonos a reducir nuestra previsión de uva en las próximas campañas. Por esto último, y conociendo el enorme esfuerzo, tanto humano como económico, que supone el cuidado de la viña, queremos comunicarle nuestra intención de no adquirir la uva que usted produce para que pueda, con tiempo suficiente, encontrar vías alternativas para su comercialización tal y como hacía anteriormente».
El anuncio de Rectoral de Amandi tiene una gran repercusión sobre el sector vitícola de la Ribeira Sacra, donde esta bodega vino adquiriendo en las últimas campañas algo más de dos millones de kilos de uva. En sus instalaciones entraba, por ello, cerca de la mitad de la producción total de la denominación de origen.
La ralentización de las ventas de la cosecha del 2011, generalizada en todo el sector, ha sido determinante para que la bodega aplique un ajuste en su censo de proveedores, que no lo van a tener fácil en la próxima vendimia para colocar su producción. Otras bodegas importantes de O Saviñao, Quiroga y Chantada están comunicando a los viticultores, de palabra o a través de notificaciones por escrito, que no comprarán las mismas cantidades de uva de pasadas campañas.
La decisión del consejo regulador de Ribeira Sacra de rebajar los rendimientos de producción en este campaña no es ajena al recorte de la demanda por parte de las bodegas, con el que se especulaba desde hace tiempo y que ha cobrado cuerpo en la antesala de la vendimia.