El SUP había pedido su renuncia tras acusarlo de acosar a los agentes
23 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Un grupo de funcionarios que trabajan en la comisaría de la Policía Nacional de Monforte firmaron ayer un escrito de apoyo al máximo responsable de este centro, ante las duras críticas que recibió esta semana del Sindicato Unificado de Policía (SUP).
En un documento de solo tres frases, los firmantes dejan clara su «condena unánime» y aseguran que desaprueban las declaraciones vertidas en un acto informativo frente a la comisaría por los secretarios generales del SUP en Galicia, José Freire, y en la provincia de Lugo, Diego Fernández. Los trabajadores que se desmarcan de esas acusaciones, dicen no estar de acuerdo con ellas «en ninguno de los términos en las que dichas acusaciones se expresan». Y añaden que sus «experiencias personales» con José Francisco Mariñas, el actual responsable de la comisaría de Monforte, son «contrarias a lo expresado» por los portavoces del SUP.
Los autores de la carta entregaron a los medios de comunicación una copia con las firmas de todos ellos, pero pidieron que no sean difundidas sus identidades.
Ellos mismos aseguran que los que suscriben esta defensa de Mariñas son los nueve que estaban de servicio en la comisaría el jueves, cuando el SUP hizo su denuncia. Entre ellos hay agentes de Policía, pero también funcionarios que trabajan en las oficinas.
Los portavoces del SUP se desplazaron a Monforte porque consideran que la gestión de Mariñas al frente de la comisaría es poco profesional. Lo acusan fundamentalmente de acosar laboralmente a algunos policías y de darles órdenes ilegales, cuyo cumplimiento podría incluso acarrearles consecuencias legales. En concreto, los representantes de este sindicato, el mayoritario en la Policá Nacional, sostienen que hay pruebas por escrito que demostrarían que Mariñas ordenó a algunos agentes trasladar fuera del término municipal de Monforte a determinaros extranjeros.
En la comisaría de Monforte trabajan en la actualidad algo más de cuarenta personas, aunque la plantilla ronda los cincuenta.