«El espectáculo que hice con Lina Morgan era único»

Fernanda Follana becerreá

LEMOS

Entrevista | Arturo Rodríguez Bolaño

18 nov 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

Arturo Rodríguez Bolaño emigró de Galicia con 17 años para ser técnico de sonido, una profesión que entonces apenas existía en nuestro país y en la que se ha forjado una carrera de éxitos en los teatros madrileños. Durante casi una década se hizo imprescindible para Lina Morgan tras los bastidores de La Latina, pero seguramente este ingeniero técnico de Telecomunicaciones disfruta en la actualidad del mejor momento de su vida profesional como director técnico del Nuevo Teatro Alcalá, cuyas obras de rehabilitación ha llevado a cabo él mismo. Desde que reabrió sus puertas, va a hacer cuatro años, el moderno y acogedor escenario ha tenido en cartelera tres temporadas el musical Cabaret y la próxima primavera pondrá en escena Jesucristo Superestar. Asegura que en Madrid es «cada día más difícil vivir» aunque reconoce que «uno se acostumbra y, claro está, desharía un cambio para algo mejor, pero el tipo de trabajo que realizo lo hace difícil». -Terminé el bachillerato y Madrid era el único sitio donde se podía hacer Telecomunicaciones, así que me vine con dieciocho años y aquí estoy desde entonces. -¿Cómo acabó en el mundo del teatro? -Terminé Telecomunicaciones justo cuando comenzaba Sonido, por lo que me especialicé en equipos electrónicos y empecé a trabajar en el Rock and Roll ; eran los primeros pasos de la nueva ola, pero llegó un momento en que me planteé que no podía estar toda la vida en eso y me surgió la posibilidad de hacer una obra de teatro musical como técnico de sonido. -Comenzó en una profesión que también estaba dando sus primeros pasos, ¿cómo era entonces? -Un poco más complicado que ahora. Había que hacer de todo un poco. -Fue durante durante nueve años la mano derecha de Lina Morgan, ¿realizaba en La Latina un trabajo diferente al actual? -Allí sólo me encargaba del sonido. No tenía nada que ver con lo que hago ahora, principalmente porque era un proyecto más local y hoy trabajo para una empresa multinacional con otras perspectivas. Pero desde luego, fueron unos años importantes desde el punto de vista profesional, porque el espectáculo de Lina Morgan era único. -¿Cómo ha quedado el Teatro Alcalá tras ser sometido a una obra de rehabilitación? -El antiguo Alcalá llevaba unos doce años cerrado cuando se decidió recuperarlo y reconstruir lo que es el teatro actual. La propuesta planteó dotar al edificio de todos los accesos y circulaciones necesarios exigidos para su correcto funcionamiento, manteniendo las características morfológicas y arquitectónicas del conjunto. Las actuaciones más importantes y complicadas se han ejecutado en la nueva planta sótano, en la sala de ensayos, en la última planta y en la caja escénica, totalmente de nueva ejecución. El teatro está dotado de equipos de sonido y de electricidad de las primeras marcas y como resultado el nuevo Alcalá es un teatro moderno, bonito y funcional dotado de las últimas tecnologías. Como anécdota añadir que toda la maquinaria escénica ha sido realizada por una empresa gallega, C.T.M., de Arteixo.