TRIBUNA | O |
06 ene 2006 . Actualizado a las 06:00 h.TUVO que arrasar el tsunami las costas de Indonesia para que se instalaran detectores de maremotos en el mar y sirenas de aviso en la playa. Tienen que estar cuatro horas al frío los viajeros del tren «Estrella de Galicia» en Palanquinos para que sucedan cuatro cosas. La primera: lo que hemos oído hasta la saciedad y está siempre de moda en entre el político o el directivo de turno; para el presidente de Renfe, es una situación heredada del gobierno anterior. Segundo: que existen unos «técnicos» del sindicato UGT que proponen que el talgo Vigo-Barcelona vaya por Zamora porque piensan que a esta provincia le sobran servicios y trabajo para la plantilla. Tercero: el usuario va tomando conciencia de su situación para criticar unos servicios que tanto con PP como con PSOE hacen agua por las cuatro esquinas. Y cuarto: la Xunta también existe, pues dice ponerse ahora en onda para revisar el convenio de líneas deficitarias con el Estado. ¿Restituirán las paradas en Oural, Rubián y Pobra de San Xiao? El problema no es que Renfe vaya ahora a sustituir el «Estrella» por un talgo-hotel, es que en Monforte duermen todavía locomotoras con velocidad máxima de 120 kilómetros por hora. Es más, ni con los motores de Fernando Alonso iríamos a más de 75 km/h en algún tramo. Y no le miren el carné de identidad al talgo diurno A Coruña-Vigo a Barcelona. Miren para los horarios y material de los trenes regionales o cómo un gobierno, éste del PSOE, tuvo un día la idea de suprimir la facturación del equipaje. La única responsabilidad a la que se adhieren determinados políticos pasa por nombrar como regalía a estos directivos que nos hacen la vida imposible. Hay herencias y herencias. A Monforte y a la provincia de Lugo siempre les toca la peor. Y a veces, que le devuelvan el precio del billete.