Benito González Rivadavia, padre del primer presidente de la república austral, nació en la ciudad del Cabe hace 255 años El 7 de febrero de 1747 nació en Monforte Benito González Ribadavia, un personaje poco conocido en su ciudad natal que desempeñó un importante papel histórico en la Argentina y fue padre del primer presidente de la república austral, Bernardino Rivadavia. Benito González fue abogado de la audiencia de Buenos Aires y participó activamente en los sucesos relacionados con la invasión inglesa de 1806. Algunos historiadores consideran que tuvo una notable influencia en el movimiento que desembocaría en la independencia del país. Su hijo es indiscutiblemente una de las grandes figuras nacionales argentinas.
06 feb 2002 . Actualizado a las 06:00 h.Hace exactamente 255 años, el 7 de febrero de 1747, nació en Monforte Benito González Rivadavia, cuyo hijo, Bernardino Rivadavia, se convertiría en uno de los protagonistas de la independencia de la Argentina, siendo la primera persona que ocupó la presidencia de la república austral. Bernardino Rivadavia era descendiente de monfortinos por ambas ramas familiares, puesto que el padre de su madre procedía igualmente de la ciudad del Cabe. La historia de esta familia, pese al importante papel que desempeñó en los últimos años de la Argentina colonial y los primeros de la Argentina independiente, es muy poco conocida en su lugar de origen. Las obras de los historiadores monfortinos -como Germán Vázquez y Manuel Hermida Balado- sólo dedican unas breves líneas a mencionar los orígenes del primer presidente argentino y de su padre. Durante bastante tiempo, la figura de Benito González Rivadavia sólo fue conocida gracias a la fama de su hijo. Posteriormente, algunos historiadores gallegos y argentinos, -como Manuel Castro López, Ricardo Piccirilli, Enrique de Gandía y Alberto Vilanova Rodríguez- han examinado su vida con más detalle, asignándole un papel histórico de mayor relevancia. Influencia ideológica Los estudios biográficos sobre este abogado monfortino afincado en Buenos Aires en el último tercio del siglo XVIII han destacado la influencia ideológica que sus intervenciones públicas tuvieron en el movimiento que condujo a la independencia de Argentina, aunque al parecer él nunca llegó a pronunciarse decididamente por la soberanía del país. El historiador Enrique de Gandía calificó los discursos de Benito González con motivo de la destitución del virrey del Río de la Plata como «la primera expresión argentinista del orgullo nacional». Por otra parte, también se ha señalado la influencia que Bernardino Rivadavia recibió de su padre, una persona ilustrada y de tendencia liberal. Entre los bienes que legó a su muerte Benito González estaba una extensa biblioteca en la que figuraban las obras completas del escritor gallego Benito Jerónimo Feijoo.