Solidaridad recortada

REDACCIÓN CHANTADA

LEMOS

La asociación que acoge niños saharauis en Chantada reclama más ayuda oficial El sexto programa de vacaciones en Chantada de niños de los campamentos de refugiados del Sahara no ha comenzado con un sabor agridulce. La parte buena es que los tres niños asignados este año a Chantada ya tienen casa en las que pasar el verano. La mala es que la Asociación Chantadina de Solidariedade co Sahara (Achass) reprocha al Ayuntamiento su falta de apoyo económico.

24 jun 2000 . Actualizado a las 07:00 h.

Para los portavoces de la asociación no gunernamental chantadina que promueve la acogida en la loocalidad de niños de los campamentos de refugiados, la actitud del Ayuntamiento ha sido este año lamentable, hipócrita e cínica». En nombre de Achass, Anxo Moure, acusa al Ayuntamiento de negarles la subvención que le habían prometido para los programas de vacaciones infantiles y para el envío de un camión con ayuda humanitaria al Sahara. Lo cierto es que Achass obtuvo este año una subvención municipal de 114.000 pesetas. Sus responsables esperaban que la ayuda del Ayuntamiento les bastase para cubrir 200.000 pesetas del coste del camión en el que hicieron llegar miles de gafas graduadas a los campamentos de refugiados saharauis en Argelia. También confiaban en la colaboración del gobierno local para pagar las cincuenta mil pesetas que cuesta el viaje de cada uno de los tres niños que este verano vendrán a Chantada. Al margen de polémicas, el programa Vacacións en Paz, en el que colaboran además de Acahss numerosas asociaciones no gubernamentales de diferentes lugares de Galicia, sigue su marcha. Los tres niños llegarán, si no hay cambios sobre el programa previsto, el día 6 de julio. Como los compañeros que los precedieron en los otros cinco años en los que Chantada acogió escolares saharauis, Ali Mohamed Moulud, Sidi Hoiba y Mettu Mohamed Ahmed emplearán los meses de julio y agosto en conocer Galicia y en olvidar la dura vida que comparten con los miles de compatriotas suyos que esperan en el exilio el día que puedan volver a su país. La asociación chantadina que organiza la acogida, apenas necesitó de unos pocos días para encontrar familias que quisiesen hacer de anfitriones de Ali Mohamed Moulud y de Sidi Houba, los dos niños del grupo. La niña, Mettu Mohamed Ahmed, repetirá en la misma casa en la que ya estuvo el último verano.