Los especialistas analizan la evolución del virus esta temporada y recuerdan qué funciona y qué no para aliviar los síntomas
05 ene 2024 . Actualizado a las 13:17 h.«Todo el mundo está igual», es una de las frases más repetidas las últimas semanas en referencia a los casos de gripe. El vecino que lleva cinco días en cama, el compañero de trabajo con fiebre o la amiga que asegura que nunca estuvo así. «Estamos viviendo un momento álgido de infecciones respiratorias, muchas de ellas son por gripe A», confirma Jesús Sueiro Justel, médico de familia y miembro de la Asociación Galega de Medicina Familiar e Comunitaria (Agamfec).
¿Somos más vulnerables en estos inviernos post pandemia o es que tenemos una especie de «amnesia» gripal después de que el covid lo monopolizara todo? Lo que está claro es que, como siempre, la tormenta perfecta aparece en esta época del año. El frío debilita nuestras mucosas y facilita la entrada de patógenos; los espacios cerrados se convierten en el mejor caldo de cultivo para los contagios y, además, nuestro sistema inmune puede seguir «desentrenado» para enfrentarse a virus como el de la gripe. Hay que recordar que esta es una enfermedad infecciosa producida por el virus Influenza, que afecta principalmente a las vías respiratorias. Los causantes de las epidemias estacionales son los virus gripales de tipo A y B.
«Como es conocido, la temporada gripal convencional se extiende desde el 1 de octubre de un año hasta el 31 de marzo del año siguiente. En las últimas cuatro semanas hemos asistido a un aumento de la circulación de los virus de la gripe, fundamentalmente, del virus de la gripe A del subtipo H1N1 y, en menor medida, del subtipo H3N2, pero aún estamos lejos de alcanzar el cénit de la actividad de los mismos», asegura el gallego José María Eirós, director del Centro Nacional de la Gripe de Valladolid.
¿Se nota diferencia en cuanto a la "virulencia" de la gripe este año en relación a la época prepandemia? «Quizá está siendo más agresiva, pero solo es una sensación en consulta. Llevamos años con el protagonismo del covid y estamos un poco descubiertos de protección de la gripe», comenta Sueiro. Por su parte, Eirós recuerda que para «hablar de virulencia en el sentido literal es preciso evaluar retrospectivamente cuál ha sido el impacto a la hora de provocar, o no, que los pacientes acudan al sistema sanitario, que sean atendidos en las unidades de hospitalización, en la uci y de ver el impacto en mortalidad. Esto no podremos hacerlo hasta que termine la temporada gripal de este año». Eso sí, en contra de la percepción que se pueda tener en la calle, «esta no es esta la temporada gripal con mayor actividad, aunque en las próximas semanas seguirá subiendo y no debemos alarmarnos. Los casos siempre van creciendo y se extienden a lo largo de doce o dieciséis semanas», recuerda el director de uno de los tres centros que la OMS reconoce en España como acreditados para la vigilancia de la gripe.
José María Eirós enumera la «pléyade» de agentes que forman el catálogo de virus que circulan en nuestro hemisferio durante los meses de otoño y de invierno: «en el seno de nuestro grupo hemos constatado la circulación de virus respiratorios y, desde hace tiempo, venimos documentando la existencia de coinfecciones. Sabemos que, en este momento, además de circular los virus de la gripe, circulan también el Virus Respiratorio Sincitial, el Sars-CoV-2 y otros que tienen su protagonismo como son los rinovirus, los adenovirus respiratorios, los virus de la parainflueza, los bocavirus y los metapneumovirus». Ahí es nada.
La primera pregunta es, ¿cómo sé si tengo gripe? Para comenzar podemos hablar de síntomas. La enfermedad suele desencadenarse de forma brusca con fiebre y escalofríos, acompañados de dolor de cabeza, congestión nasal, dolor de garganta, malestar general, dolores musculares, pérdida de apetito y tos seca. La tos, congestión y falta de energía pueden durar hasta dos semanas; la fiebre y el resto de síntomas suelen remitir en la mayoría de los casos en el plazo de una semana. Algunos síntomas de la gripe son comunes a todas las edades, sin embargo otros son más específicos de determinados grupos de edad. En niños, las manifestaciones gastrointestinales (náuseas, vómitos, diarrea) pueden acompañar la fase respiratoria, mientras que en pacientes de edad avanzada, es más frecuente la aparición de dificultad respiratoria, el empeoramiento de las patologías subyacentes y la ausencia de fiebre.
Para ponerle nombre y apellido a lo que nos pasa, existen los test rápidos de autodiagnóstico que detectan covid-19, gripe A y gripe B.
Y la pregunta del millón, ¿qué puedo tomar?, ¿hay forma de aliviar el malestar? «A los pacientes les seguimos diciendo lo de siempre, el clásico de que la gripe con tratamiento dura siete días y sin tratamiento una semana. Hay que pasarla, tener paciencia», recuerda Jesús Sueiro.
Excepto en casos de complicación o pacientes de riesgo, lo único a lo que se puede agarrar uno es al tratamiento sintomático: «Paracetamol para los dolores musculares, dolor de cabeza o bajar la fiebre. A veces, algún antihistamínico para aliviar la congestión de la nariz», explica el médico de familia. Sanidad recomienda no administrar aspirina a niños ni adolescentes porque podría provocar un síndrome raro, pero grave que se denomina Síndrome de Reye.
En la casilla de lo que «no» tomar están, en primer lugar, los antibióticos porque no son efectivos frente a la gripe por ser una enfermedad vírica y estos son fármacos que actúan frente a las bacterias. Así que no son eficaces ni para mejorar los síntomas ni para acortar la duración de la enfermedad, por el contrario, su uso puede crear resistencias.
Y aquí llegan otros fármacos que tampoco curan ni previenen a pesar de su nombre: los antigripales. Suelen contener varios medicamentos asociados para combatir los síntomas de la infección, como analgésicos, antihistamínicos y descongestivos. «Somos más partidarios de tomar cosas por separado», insisten desde la Agamfec.
En el apartado del qué hacer, todos los especialistas coinciden en dos mantras: hidratación y descanso. «En cuanto a los llamados remedios caseros, los lavados nasales con agua de mar son muy positivos para eliminar la mucosidad que, a su vez, ayuda a rebajar la tos nocturna. Los vahos también ayudan a fluidificar las secreciones», responde Jesús Sueiro.
«Para el dolor de garganta es muy bueno un caldo de cebolla con limón. La manzanilla es antitusígena y la miel se vio en estudios en niños que hace el mismo efecto para evitar la tos que otros tratamientos en jarabe», aconseja Guadalupe Blay, responsable del grupo de Endocrinología y Nutrición de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
Síntomas de alarma
«Si uno tiene dificultad respiratoria, lo que llamamos disnea, o la fiebre dura más allá de cuatro o cinco jornadas, hay que consultar. También habría que acudir al médico si la fiebre desaparece, pero vuelve al cabo de unos días. Por supuesto, no nos podemos olvidar de cualquier alerta que pueda significar que ha habido una complicación bacteriana como dolor torácito, fiebre alta recurrente, expectoración purulenta, dolor de oído o que la mucosidad nasal se vuelva muy amarillenta con dolor en los senos faciales», enumera Sueiro.
¿Cuándo acudir al médico?
Síntomas preocupantes en niños:
- Respiración rápida o dificultosa.
- Color gris azulado de la piel.
- Vómitos persistentes.
- Dificultad para despertar o interactuar.
- Estar muy irritable.
Síntomas preocupantes en adultos:
- Dificultad para respirar o dolor en el pecho.
- Color púrpura o azul de los labios.
- Tener vómitos y no poder retener los líquidos y tener signos de deshidratación, tales como mareos al estar de pie, ausencia de la micción.
- Tener convulsiones.
Las complicaciones más frecuentes tras una infección por el virus de la gripe son neumonía, otitis, sinusitis, deshidratación o empeoramiento de una enfermedad crónica de base, como insuficiencia cardíaca congestiva, asma o diabetes. «Las complicaciones suelen ser escasas, a la gente mayor sí tenemos que advertirles, al igual que a las personas con alguna enfermedad. Es muy importante tener cuidado con ellos con aislamiento y separación para no propagar el virus», recuerda Jesús Sueiro.
Y por último, pero no menos importante, hay que recordar que la vacunación es la mejor defensa contra esta enfermedad. SI todavía no los has hecho la respuesta es que sí estás a tiempo. La Xunta decidió ampliar la campaña de gripe y covid, que estaba previsto finalizar el 31 de diciembre, hasta el 12 de enero.