Noemí Martínez, farmacéutica hospitalaria: «Sabes que estás manejando mucho dinero y que es dinero de todos»

EL BOTIQUÍN

Noemí Martínez y forma parte del grupo coordinador del Grupo GENESIS de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (Evaluación de Medicamentos).
Noemí Martínez y forma parte del grupo coordinador del Grupo GENESIS de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (Evaluación de Medicamentos). M.MORALEJO

Con casi tres décadas de trayectoria, la farmacéutica ha visto la gran evolución de su departamento desde sus inicios

25 ago 2024 . Actualizado a las 09:49 h.

Noemí Martínez es jefa del servicio de Farmacia Hospitalaria del Complexo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi) y forma parte del grupo de Evaluación de Medicamentos de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria. Desde que en 1997 comenzó como adjunta, su departamento ha multiplicado el número de pacientes que atienden. De apenas 100 visitas al año cuando arrancó, hasta las casi 60.000 actuales. Por sus manos —y las de sus compañeros— pasan los fármacos más caros de entre los que están disponibles en el Servicio Galego de Saúde

—¿Cómo es una farmacia hospitalaria?, ¿se parece en algo a las oficinas de farmacia que todos conocemos?

—Bueno, alguna cosa hay en común. Cuando llega el momento de entregar la medicación a un usuario, en ese punto, puede resultar más o menos parecido. Cuando un paciente empieza con un tratamiento se le informa de cómo tomarlo, de cómo hay que almacenarlo y, dependiendo un poco de la persona que tengas enfrente, adaptas el lenguaje y la información. Porque si estás ante una persona que no tiene demasiada comprensión de lo que le pasa, que carece de formación, destacas lo más importante: ¿cómo se almacena?, ¿cómo debe administrarse en función de las comidas?, ¿para qué sirve y qué esperamos de ese medicamento? También hay un trabajo, en ese momento en el que estás con el paciente, de investigación sobre qué otros medicamentos toma para saber si pudiese existir alguna interacción. Dejamos toda esta información, adaptada y por escrito, a las necesidades de cada paciente. Pero es quizás en la fase anterior, la que los pacientes no suelen ver, donde existen más diferencias frente a la oficina de farmacia. 

—¿Por qué no se ve?

—Porque luego están los casos más individualizados. La medicina y la farmacología está tendiendo cada vez más a utilizar lo que se conoce como la medicina de precisión; a utilizar medicamentos dirigidos a las necesidades de cada paciente. ¿Tienes una determinada mutación?, pues vamos a dar una medicación dirigida específicamente a ella; ¿tienes tu problema en un gen concreto?, vamos a intentar darte esta terapia génica que lo repare. Estos serían los casos más extremos, que al final son los tratamientos de mayor impacto económico. Estos problemas se tratan de una forma muy individualizada. Hablo en concreto del área sanitaria de Vigo, pero podríamos extrapolarlo a todos los hospitales. En el momento que hay un paciente candidato a uno de estos tratamientos, conocidos como terapias avanzadas y donde se incluyen las terapias génicas, los CAR-T, los tejidos tisulares, existe un trabajo de fondo en el que se coordinan todos los profesionales implicados en el hospital: el médico solicitante, la farmacia, la dirección, personal de enfermería.

—¿Cómo funcionan en conjunto?

—Te pongo, por ejemplo, el caso de la terapia génica para pacientes con atrofia muscular espinal. Cuando llegó nuestro primer paciente nos cogió un poco de nuevas, porque se acababa de aprobar por el Sergas el cribado y fue el primero que nos encontramos. ¿Qué hicimos? Cuando aparece un paciente candidato, lo primero que hay que hacer es una reunión multidisciplinar. Se ponen encima de la mesa los tratamientos que pronto estarán disponibles en el hospital, si realmente el paciente cumple los criterios que indica el Ministerio, qué posibles efectos adversos puede experimentar, porque esto es algo que se tiene que prever antes de empezar el tratamiento y, en el caso de que de que exista un riesgo, cómo prevenirlos. El tratamiento se preparará además en el servicio de farmacia en cabinas de flujo laminar de forma que sea aséptico y con la dosis exacta que necesite ese paciente para que, cuando el tratamiento llegue a planta, facilites la labor de enfermería y de los médicos dejándolo listo para administrar. Será justo lo que necesita el paciente y eso necesita la colaboración de todos. En el caso de la terapia génica puede implicar incluso a Medicina Preventiva, que puede precisar que la medicación se elabore en una u otra cabina muy concreta, o que se transporte de manera segura de una manera muy precisa o cómo debe ser desechado correctamente. Es un equipo de mucha gente en el que cada uno aporta su grano de arena y que hará que el tratamiento llegue al paciente de la manera correcta, de la forma más segura, y siguiendo las directrices adecuadas.

—¿Quién se ocupa de esa labor de estar siempre pendiente de la aparición de nuevos tratamientos?

—La AEMPS es quien nos va a decir qué medicamentos puedes ser administrados y utilizados en España. El Ministerio dicta además cuáles son los financiados; qué opciones están disponibles. La propuesta de utilizar determinado fármaco en un paciente suele surgir de parte del médico responsable. En el caso de ese paciente de atrofia muscular espinal del que se ocupaba pediatría, fue desde esta especialidad donde se le señaló como candidato a una terapia génica. A partir de aquí, se empieza a comunicar al resto de equipos, incluida la dirección, y entre todos se decide agilizar las cosas y además hacerlo bien. 

—Todo esto, la verdad, suena a que es muy caro.

—También utilizamos medicamentos muy económicos, porque hay pacientes crónicos que ingresan a los que se le suministran fármacos muy comunes: para la hipertensión, para el dolor o cualquier otro problema. Pero desde luego, aquí se ven cosas que son otro nivel a nivel de coste para el sistema sanitario. Si piensas en lo que valen, en su precio, puede parecer mucho. Pero si piensas en que esto va a evitar que los pacientes tengan ingresos hospitalarios, a la larga son eficientes. Creo que debe ser evaluado a largo plazo para ver si es un coste o realmente estamos hablando de una inversión para la salud. 

—Si lo decía más por si supone una presión extra trabajar sabiendo que se tiene entre manos tanto dinero.

—Por supuesto. Cuando se hizo esta primera terapia génica la llevó a cabo el enfermero más experto y veterano de la farmacia sabiendo de la responsabilidad que implicaba, ¿te imaginas que se caiga?. Está esa tensión dentro del laboratorio, una responsabilidad de que llegue todo bien hasta que se administre porque sabes que estás manejando mucho dinero. Porque es dinero de todos. 

—¿Cómo está posicionada la Farmacia Hospitalaria en estas decisiones?

—A nivel local, estamos presentes en el ámbito hospitalario; a nivel autonómico, también participamos a través de la Comisión Autonómica Central de Farmacia y Terapéutica; y a nivel nacional, a través del grupo GENESIS de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) que participa activamente en los Informes de Posicionamiento Terapéutico (IPT).

—¿Llegan a tener trato directo con el paciente?

—Con los pacientes externos, sí. Quizás una de las asignaturas pendientes es la de tener más contacto con los pacientes ingresados. Es verdad que estamos alguna vez con ellos en momentos previos al alta hospitalaria, que a veces tenemos que darle algún consejo, pero la verdad es que fuera de eso no tenemos demasiado contacto. También pasa con los pacientes del hospital de día, otra asignatura pendiente. A veces pasa que estamos muy presente en consultas externas, pero no contamos con suficiente personal o recursos para informar sobre los medicamentos para los pacientes que están en el hospital de día, para los cuales también hemos hecho tratamientos oncológicos o de esclerosis múltiple. A esos, de momento, no llegamos.

—¿Cuál es el perfil de paciente que más ven?

—En pacientes externos, hay muchísimos, y cada vez más, de enfermedades autoinmunes. También es porque cada vez se utilizan más las terapias biológicas en pacientes con patologías reumatológicas como artritis reumatoide o artritis psoriásica, se han introducido patologías de dermatología como la dermatitis atópica o psoriasis, pacientes crónicos que acuden de manera periódica a nuestro hospital. Pero también tenemos muchos pacientes externos por VIH; muchísimos oncológicos. En el hospital de día, el paciente oncológico es el que más se ve.

—¿Pero hay más enfermedades autoinmunes, más diagnósticos o más tratamientos?

—Lo que pasa es que esos pacientes antes utilizaban tratamientos que se dispensaban en la oficina de farmacia. Cuando aparecieron nuevos medicamentos, terapias biológicas que se daban en el hospital, empezaron a venir. Hay nuevos pacientes, que se suman a los antiguos. Se van sumando y sumando porque son pacientes crónicos. No creo que haya más diagnósticos, sino más pacientes tratados con este tipo de terapias.

—¿Ha cambiado mucho el servicio desde que empezó su carrera?

—Yo acabé la residencia y empecé de adjunta en el año 1997. Las cosas han cambiado mucho. Este tipo de terapias de las que estamos hablando, la medicina de precisión, son grandes innovaciones que han ido llegando. El número de pacientes que acuden a nuestras consultas también ha aumentado mucho, solo en los últimos cinco años un 25 %. Es que cuando empezamcuando os casi no había pacientes, no existían; ahora tenemos en el hospital casi 60.000 visitas al año. Cuado empecé, habría unas cien.

—El perfil del paciente también ha cambiado, ¿saben a lo que van?

—Los pacientes cuando vienen por primera vez sí que vienen preguntándose qué hacen allí y qué es este sitio. Muchas veces vienen con su primer diagnóstico, su primer tratamiento hospitalario y no entienden muy bien. Suelen venir nerviosos porque somos el último eslabón, ya han pasado por Rayos, por Análisis, por su médico y somos el último peldaño. Llegan cansados y preguntándose por qué tienen que venir al hospital. Se les intenta explicar y reforzar la información anterior, que ya le han dado otros profesionales, así como otros aspectos que son más farmacéuticos. Para ellos es confuso.

—Es que es una buena pregunta, ¿por qué tienen que ir al hospital si siempre han ido a por los medicamentos a la farmacia de su barrio?

—Bueno, porque a muchos de ellos, su patología solo la tratan los médicos que están en el hospital. Se requiere un seguimiento más estrecho que se hace conjuntamente con las visitas médicas. También existe mayor posibilidad de toxicidades y necesitamos hacer ese seguimiento. Qué duda cabe que también son tratamientos más caros, eso es obvio, aunque también demos otros que no lo son tanto. Pero es sobre todo por seguridad; intentamos prevenir y que los tratamientos sean lo más seguros posible. 

—¿Cuáles son los tiempos de espera por un tratamiento?

—Depende del tratamiento. En el caso de la terapia génica tenemos que correr todos mucho porque cuanto antes se ponga, mejor. Si es una experiencia innovadora, el primer paciente puede esperar quizás un mes como máximo, que es el período recomendado. Pero el segundo tal vez se lo pueda poner en diez días. Hablo desde el día que se pide hasta el que se administra, porque también se tiene que tener en cuenta el tiempo que tarda el laboratorio en enviarlo. Otros tratamientos pueden tardar más, pero depende de la urgencia, de si está o no comercializado en España y hay que recurrir a la AEMPS. Hay muchos factores que entran en juego. Es difícil estimar un tiempo exacto. 

—¿Qué cosas ha llegado a ver que nunca creyó que vería cuando empezó?

—A mí, el inicio de las terapias génicas me marcó, me pareció un cambio radical. Pero al final lo que te queda y te marca es el día a día, la satisfacción de los profesionales que trabajan en el servicio de farmacia conmigo y de los pacientes. Nos ha pasado que, de repente, un paciente escriba algo sobre el servicio que recibió en la farmacia. O leer las alabanzas de los pacientes que nos llegan en las encuestas que hacemos de manera reiterada a través de nuestro sistema de gestión de calidad. Creo que al final es el día a día el que te hace seguir, avanzar e intentar hacer las cosas cada vez mejor. 

—¿Cuál es el nivel de la farmacia hospitalaria en Galicia?

—Yo creo que el nivel es muy alto. Los premios Best In Class del año 2023 que premia a los mejores servicios sanitarios de España y los finalistas de la última edición estaban muy representados Coruña, Santiago y Pontevedra. Tenemos un nivel muy alto de farmacia. 

Lois Balado Tomé
Lois Balado Tomé
Lois Balado Tomé

A Coruña (1988). Redactor multimedia que lleva más de una década haciendo periodismo. Un viaje que empezó en televisión, continuó en la redacción de un periódico y que ahora navega en las aguas abiertas de Internet. Creo en las nuevas narrativas, en que cambian las formas de informarse pero que la necesidad por saber sigue ahí. Conté historias políticas, conté historias deportivas y ahora cuento historias de salud.

A Coruña (1988). Redactor multimedia que lleva más de una década haciendo periodismo. Un viaje que empezó en televisión, continuó en la redacción de un periódico y que ahora navega en las aguas abiertas de Internet. Creo en las nuevas narrativas, en que cambian las formas de informarse pero que la necesidad por saber sigue ahí. Conté historias políticas, conté historias deportivas y ahora cuento historias de salud.