¿Dalsy o Apiretal? Cuándo y cómo se debe tomar cada uno

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez LA VOZ DE LA SALUD

EL BOTIQUÍN

Tanto el Dalsy como el Apiretal están indicados para el tratamiento sintomático del dolor leve o moderado y de la fiebre.
Tanto el Dalsy como el Apiretal están indicados para el tratamiento sintomático del dolor leve o moderado y de la fiebre. La Voz de la Salud

La alternancia de ambos «se puede, pero no potencia el efecto analgésico ni antipirético, favoreciendo la aparición de reacciones adversas y errores de dosificación», explica Roi Piñeiro Pérez, miembro del Comité de Medicamentos de la Asociación Española de Pediatría

15 jul 2022 . Actualizado a las 16:05 h.

Si hay pequeños en casa, seguramente también tengamos Dalsy y Apiretal en nuestro botiquín. Son medicamentos distintos, ya que el primero tiene como principio activo el ibuprofeno y el segundo el paracetamol, pero ambos están indicados para el tratamiento sintomático del dolor leve o moderado y de la fiebre. Entonces, ¿en qué se diferencian? «El ibuprofeno o Dalsy también es antiinflamatorio, por lo que también está indicado para cualquier proceso inflamatorio como puede ser una contusión, una otitis o una artitris, y es un efecto que no existe en el caso del paracetamol», aclara Roi Piñeiro Pérez, miembro del Comité de Medicamentos de la Asociación Española de Pediatría (AEP). Ambos medicamentos resultan eficaces para la fiebre, «pero el efecto antiinflamatorio del Dalsy hace que muchas familias prefieran este antes que el Apiretal».

Sin embargo, sobre la fiebre es importante saber que no siempre hay que tratarla con medicación, «pues se trata de un mecanismo de defensa de nuestro organismo para evitar la replicación de virus y bacterias, y anular el mecanismo de defensa natural de forma voluntaria no tendría mucho sentido», explica el doctor Piñeiro. «Otra cosa muy diferente sería tratar los síntomas desagradables que pueden acompañar a la fiebre, como los escalofríos y el malestar general», añade. Por lo tanto lo que se busca es un efecto análgesico de estos medicamentos, pasando a un segundo plano el antipirético: «Si un niño con 38 ºC se encuentra contento, feliz, saltando y jugando, lo cual es frecuente en la infancia, no existe ninguna necesidad de tratar la fiebre». 

¿A partir de qué edad y en qué dosis deben administrarse?

Lo primero es saber bien la concentración del medicamento, porque en el caso del Dalsy existen dos tipos: con una concentración al 2% (20mg/ml) y del 4% (40mg/ml).

Sobre la edad a partir de la cual se pueden empezar a tomar dichos medicamentos también encontraríamos otra de las diferencias entre ambos. El ibuprofeno o Dalsy se puede administrar «generalmente a partir de los tres meses de vida, mientras que el paracetamol o Apiretal se puede utilizar en niños de cualquier edad», explica el pediatra. Aunque para los menores de dos a tres años, el médico siempre debe prescribir previamente el medicamento. 

En cuando a la administración, siempre se debe utilizar la dosis eficaz más baja durante el menor tiempo necesario para aliviar los síntomas. Si nos referimos al Dalsy, la dosis que se debe administrar al pequeño varía en función de la edad y peso del niño, así como del efecto que se desea. Ya sea como analgésico, antipirético o antiinflamatorio. Tal como se indica en el prospecto de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, por regla general, para los pequeños de tres meses a los doce años la dosis recomendada es de veinte a treinta miligramos por kilogramos de peso, dependiendo de la intensidad de los síntomas, y se reparte en tres tomas. 

«Una regla sencilla para su uso es dividir el peso del niño entre tres. El resultado obtenido serían los mililitros de jarabe que habría que administrar cada seis u ocho horas», expone el pediatra. No obstante, recalca que «hay que tener cuidado, porque existen dos presentaciones diferentes y esta regla solo sería válida para la presentación del ibuprofeno jarabe en la que cinco mililitros corresponden a cien miligramos de ibuprofeno, o lo que sería lo mismo, 20 mg/ml». 

A modo de orientación puede seguirse las dosis de la siguiente tabla, incluida en el prospecto de Dalsy 20 mg/ml:

Tal como se hizo mención anteriormente, existe otra concentración de Dalsy de 40 mg/ml. En este caso, «habría que dividir el peso del niño entre seis, y no entre tres», aclara Piñeiro. 

En cuanto al Apiretal, su concentración suele ser de 100 mg/ml. Y al igual que con el Dalsy, el pediatra apunta a una regla sencilla: «Lo más fácil para conocer la dosis es dividir el peso del niño entre diez, y el resultado obtenido serían los mililitros de jarabe que habría que administrar cada cuatro o seis horas». Según el prospecto de la Agencia Española de Medicamentos la dosis diaria recomendada de paracetamol es aproximadamente de 60 mg/kg/día, que se reparte en cuatro ó seis tomas diarias, es decir 15 mg/kg cada seis horas, o 10 mg/kg cada cuatro horas. De todas formas, si se presentan dudas en la administración de cualquiera de los dos medicamentos lo mejor es consultar a un profesional sanitario y evitar la automedicación

Para la administración de 15 mg/kg cada seis horas de Apiretal 100 mg/ml, la pauta sería la siguiente:

Posibles efectos adversos

Al igual que todos los medicamentos, tanto el Dalsy como el Apiretal pueden provocar efectos adversos. Entre los frecuentes del primero, es decir, aquellos que pueden afectar a una de cada diez personas, se encuentran los gastrointestinales, como diarrea, náuseas, vómitos y dolor abdominal. «Por eso en tratamientos prolongados con este fármaco es recomendable asociar un protector gástrico, como por ejemplo, el omeprazol», aconseja el doctor Piñeiro. También puede darse dolor de cabeza, mareos o sensación de inestabilidad.

Con menos frecuencia (una de cada cien personas), pero de mayor gravedad, pueden producirse hemorragias digestivas y úlceras gastrointestinales. «Principalmente por esta reacción adversa grave es por lo que los pediatras no recomendamos la automedicación con ibuprofeno. Se trata de un medicamento muy seguro, pero solo debe ser utilizado bajo prescripción facultativa, tras realizar un balance entre beneficio y riesgo que sea favorable hacia el primero», especifica Piñeiro. 

En el caso del Apiretal o paracetamol, «los efectos secundarios más importantes, y a la vez infrecuentes, están relacionados con la hipersensibilidad al principio activo (alergia) y la toxicidad hepática, motivo por el que hay que tener especial precaución en el uso de este medicamento en pacientes con insuficiencia hepática». 

Combinar Dalsy y Apiretal, ¿se puede?

El pediatra considera que «se puede, pero no potencia el efecto analgésico ni antipirético, favoreciendo la aparición de reacciones adversas y errores de dosificación, así como de potenciar de forma innecesaria la fiebre-fobia». Este último término se utiliza a día de hoy para referirse al miedo injustificado que un porcentaje de padres presenta ante la fiebre de sus hijos. Según un estudio en el que participó el doctor Piñeiro, se determinó que la fiebre-fobia es un miedo contagioso, transmitido por los propios profesionales sanitarios, que se mantiene a pesar del tiempo transcurrido desde que Schmitt introdujera el término hace más de 35 años. Tal como se explica en el documento, se trata de un miedo que da lugar a consultas médicas reiteradas e inútiles por parte de los padres, así como a tratamientos antipiréticos intensivos e innecesarios no exentos de efectos secundarios y errores de medicación.

«Si tenemos claro que nuestro objetivo no es que el niño se encuentre sin fiebre, si no de asegurar su bienestar, no tiene sentido combinar ambos medicamentos. Debemos tratar al niño, no al termómetro. Sin embargo, la alternancia de paracetamol e ibuprofeno todavía se trata de una práctica extendida, incluso recomendada por uno de cada diez pediatras y un tercio de otros profesionales sanitarios, según esta encuesta realizada sobre la fiebre-fobia realizada en 2015», afirma el doctor. 

Diferencias y similitudes con sus versiones en genérico

Las versiones en genérico del paracetamol e ibuprofeno suelen ser más baratas que las marcas Apiretal y Dalsy. Pero, ¿funcionan igual? «En teoría, así debería de ser, ya que se trata del mismo principio activo y del mismo responsable del efecto farmacológico», asegura Piñeiro.

«Otra cosa son los excipientes, entre los que se incluyen sustancias que pueden modificar el sabor y olor de los jarabes. Ahí sí podrían existir diferencias que explicarían por qué nuestro hijo toma sin ningún problema el Dalsy y rechaza el ibuprofeno genérico, o al revés. De igual manera que un adulto puede mostrar preferencia al consumo de una determinada marca de un refresco de naranja frente a otra, aunque la cantidad de zumo concentrado en ambas bebidas sea la misma», precisa. 

El sabor del Dalsy, un punto a favor para los peques

El sabor a naranja del Dalsy es una de las claves por las que este medicamento resulta tan conocido. «La palatabilidad de los jarabes podría suponer incluso una ciencia en si misma, porque todas las empresas farmacéuticas buscan un sabor que sea agradable para los niños con el fin de facilitar su administración en la población infantil», opina el pediatra, si bien remarca que «esto también supone un arma de doble filo, pues puede hacer que los niños quieran consumirlos como un caramelo sin ninguna necesidad médica». 

De ahí la importancia a insistir en mantener todos los fármacos fuera del alcance de los más pequeños: «Tanto el paracetamol como el ibuprofeno siguen siendo los medicamentos más comunes en las intoxicaciones pediátricas. Aunque el perfil de seguridad es muy bueno, en ambos casos dosis muy elevadas pueden tener efectos letales». 

¿Por qué el sabor del Dalsy suele gustar más a los niños? El doctor Piñeiro confiesa que no lo sabe: «Tanto el gusto como el olfato son muy variables entre unos individuos y otros. Una posible explicación es que el uso de jarabe de ibuprofeno esté más extendido en la población general que el de paracetamol, pero depende de cada niño». Como ejemplo, alude a una anécdota personal: «En mi casa ninguno de los ha triunfado en el paladar de mis hijos y he tenido que inventarme mil maneras para administrarlos, sobre todo cuando eran más pequeños, teniendo que mezclarlos con yogur o zumo». Un rompecabezas que probablemente comparta con muchos otros padres. «Seguro que algunas de estas prácticas no serían aprobadas por ningún especialista en farmacología, pero ya se sabe que lo mejor es enemigo de lo bueno», bromea. 

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.