Lula da Silva, el rostro de la izquierda durante cuarenta años

Héctor Estepa RÍO DE JANEIRO / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Lula da Silva, expresidente de Brasil.
Lula da Silva, expresidente de Brasil. Fernando Bizerra | EFE

Durante su mandato logró sacar a millones de brasileños de la pobreza gracias a los proyectos, pero los casos de corrupción le llevaron a la cárcel

30 oct 2022 . Actualizado a las 18:42 h.

Lula da Silva (Garanhuns, 1945) lleva cuatro décadas siendo el rostro más reconocible de la izquierda brasileña. Forjó su nombre como líder del sindicato de metalúrgicos de São Paulo, llevando a su Partido de los Trabajadores (PT) a ser el más grande de Brasil.

Se presentó tres veces a las elecciones presidenciales, sin éxito, hasta que logró llegar al poder en la cita del 2002. Una vez en el Gobierno, logró sacar a millones de brasileños de la pobreza gracias a los proyectos de asistencia social, consiguiendo incluso sacar al país de la lista de naciones con hambruna elaborada por la ONU, o lo que es lo mismo, que menos del 2,5 % de la población sufriese insuficiencia grave de alimentos.

Los continuos escándalos de corrupción en su partido y aliados fueron minando la confianza en el Partido de los Trabajadores durante los primeros años de la pasada década. El impeachment contra su sucesora, Dilma Rousseff, en el 2016, sacó a la formación progresista del Gobierno. 

Lula no participó en lo comicios del 2018 tras haber sido encarcelado por corrupción. Estuvo más de 500 días en prisión, hasta que el Tribunal Supremo anuló sus condenas por las deficiencias procesales en las que incurrió el entonces juez del caso Lava Jato, Sergio Moro.

Lula no ha presentado un programa amplio de gobierno, aludiendo constantemente a su legado. Ha planteado las elecciones como una defensa de la democracia ante el autoritarismo con el que considera ha gobernado su rival durante su mandato.

El izquierdista ha conseguido amplios apoyos en el centro y el centroderecha que han logrado reforzar ese discurso. Su candidato a vicepresidente, Geraldo Alckmin, fue su máximo rival en las elecciones del 2006 y ahora ha decidido apoyar al líder progresista para hacer oposición a Bolsonaro.